La financiación de la sanidad en Argelia representa un gran reto para las autoridades gubernamentales argelinas. El Estado ha realizado importantes esfuerzos para mejorar la situación financiera del sector sanitario.
La asistencia sanitaria es gratuita en el sistema sanitario público. Sin embargo, sobre todo en ausencia de verdaderos mecanismos estratégicos de compra, se esperan mejoras en la prestación de asistencia sanitaria por parte del gobierno. Y también se espera una reducción de los pagos directos de los hogares. Éstos representaban el 38,5% del gasto sanitario corriente en 2021, según la Base de Datos Global del Gasto Sanitario, aunque no se han realizado Cuentas Nacionales de Salud desde 2003.
Las fuentes de financiación de la sanidad comprenden principalmente la asignación presupuestaria estatal, las cotizaciones a tanto alzado de los organismos administrativos de la Seguridad Social y, en menor medida, las cotizaciones de los hogares.
Aportaciones presupuestarias del Estado
La asignación presupuestaria estatal, que se fija cada año mediante las leyes de finanzas, aumentó significativamente entre 2000 y 2020, con una tasa media de crecimiento anual del 12,2%.
Por cada residente, la asignación presupuestaria del Estado se ha multiplicado casi por diez en 20 años, pasando de 1.036 dinares por persona en 1995 a 9.645 en 2015. En 2023, con un aumento de más del 60% respecto a 2022, alcanzó los 15.652 dinares, o 114 dólares, per cápita.
Cotización a tanto alzado de las cajas de seguridad social
Los asalariados cotizan a la Caja Nacional de Seguro de los Asalariados (CNAS), y los no asalariados cotizan a la Caja Nacional de Seguro de los No Asalariados (CASNOS). Ambas cajas están bajo la supervisión del Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social de Argelia. Las cotizaciones son la fuente de financiación de la seguridad social para los proveedores públicos; esta financiación se realiza en forma de subvenciones destinadas a cubrir la asistencia médica de los beneficiarios de la seguridad social y sus derechohabientes.
De acuerdo con las disposiciones de la ley de finanzas de 2024, esta contribución debe aplicarse “sobre la base de la información relativa a los beneficiarios de la seguridad social atendidos en establecimientos sanitarios públicos, en el marco de las relaciones contractuales entre la seguridad social y el Ministerio de Sanidad”.
Hasta cierto punto, la seguridad social también financia algunos cuidados prestados por el sector privado; se trata principalmente de una parte del coste de determinados medicamentos.
Entre 1990 y 2000, la cotización a tanto alzado de los organismos de seguridad social se multiplicó por diez, y luego por seis entre 2000 y 2023, con un crecimiento medio anual del 10 al 15% en las dos últimas décadas.
Entre 1990 y 2000, la cotización a tanto alzado de los organismos de seguridad social se multiplicó por diez, y luego por seis entre 2000 y 2023, con un crecimiento medio anual del 10 al 15% en las dos últimas décadas. Por residente, esta contribución casi se ha quintuplicado entre 1995 y 2023, pasando de 571 DZD per cápita en 1995 a 2.652 DZD en 2023, lo que equivale a unos 20 USD per cápita.
Entre 1990 y 2000, la cotización a tanto alzado de los organismos de seguridad social se multiplicó por diez, y luego por seis entre 2000 y 2023, con un crecimiento medio anual del 10 al 15% en las dos últimas décadas. Por residente, esta contribución casi se ha quintuplicado entre 1995 y 2023, pasando de 571 DZD per cápita en 1995 a 2.652 DZD en 2023, lo que equivale a unos 20 USD per cápita.
Aportaciones de los hogares
Según las estimaciones de la OMS para el periodo 2000-2020, el gasto de bolsillo como porcentaje del gasto de los hogares ha registrado una tasa media de crecimiento anual del 13,2%.
Esta contribución, que ronda el 25% de media, representa una limitación económica para muchos hogares y un factor de desigualdad en el acceso a la asistencia.
Esta situación se explica, en particular, por el recurso cada vez más frecuente de los hogares a los servicios del sector privado, donde los precios son elevados y no están regulados, y por el bajo índice de reembolso de los cuidados, debido a una tarificación que data de 1987.
Fondos especiales
Argelia ha puesto en marcha un mecanismo de financiación innovador para apoyar las acciones sanitarias que se integra en las disposiciones de la ley de finanzas a través de dos fondos especiales: uno para emergencias y epidemias, y otro para la lucha contra el cáncer.
Una parte de los ingresos procedentes de un impuesto adicional sobre los productos del tabaco financia la parte de este mecanismo destinada a cubrir acontecimientos sanitarios excepcionales y a reforzar la lucha contra el cáncer.
Este mecanismo permitió a Argelia realizar importantes adquisiciones (vacunas, reactivos de laboratorio, medidas de protección, por citar algunas) durante las pandemias de H1N1 y COVID-19, que el presupuesto operativo por sí solo no habría podido cubrir.
Referencias
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