Bosnia y Herzegovina es un país de renta media-alta de la Península Balcánica occidental de Europa, con una población de 3,2 millones de habitantes y una esperanza de vida de 75 años. Bosnia y Herzegovina tiene una estructura administrativa y de gobierno compleja, formada por dos entidades políticas, la Federación de Bosnia y Herzegovina (FBiH) y la República Srpska (República Serbia), y el distrito autónomo de Brčko. Las tres tienen sus propias constituciones y gobiernos, y son política, administrativa y fiscalmente autónomas.
La FBiH consta de diez unidades federales (cantones) y 79 municipios, y la República Serbia tiene siete regiones administrativas (no autónomas) y 63 municipios.[1] Como reflejo de su sistema político y administrativo, el país tiene sistemas sanitarios complejos, con 13 fondos de seguros sanitarios y 14 ministerios encargados de la sanidad. La mayoría de los centros sanitarios de la FBiH están establecidos y son propiedad de los cantones. El Ministerio de Sanidad (MSP) de las entidades de la FBiH desempeña un papel de coordinación en el establecimiento y la aplicación de políticas, y los MSP cantonales son los principales responsables del diseño y la prestación del seguro de enfermedad y los servicios sanitarios. El sector sanitario de la República Srpska tiene un carácter más unitario, con un único MOH central propietario de los hospitales, y municipios propietarios de los centros de atención primaria. Las cajas de enfermedad son instituciones semiautónomas que son los principales compradores de servicios sanitarios. Las dos entidades y el distrito tienen leyes distintas sobre asistencia sanitaria y sobre seguros de enfermedad. [2]
Alrededor de dos tercios (68,3% en 2021) del gasto sanitario se financia con fondos públicos, cifra inferior a la media de la UE (76,5%), y alrededor de un tercio (30,7% en 2021) constituye gasto privado (por el contrario, esta cifra es superior a la media de la UE del 23,5%). Las cotizaciones al seguro social de enfermedad constituyen la mayor fuente de financiación pública de la sanidad (56% del gasto sanitario corriente total), complementada por las transferencias del gobierno (12,3% en 2021).[3] Sin embargo, sólo un tercio de los asegurados tienen un empleo formal, lo que se considera una gran dependencia de las cotizaciones al seguro. Esto, a su vez, desincentiva el empleo formal[2] y afecta negativamente a la sostenibilidad financiera de los sistemas sanitario y de seguridad social.
Los mayores retos de los sistemas sanitarios de Bosnia y Herzegovina son su fragmentación (sobre todo en la Federación de Bosnia y Herzegovina), la falta de transparencia y la debilidad de las estructuras de gestión financiera, que provocan gastos excesivos y retrasos en los pagos de los proveedores de asistencia sanitaria. Las reformas recientes y actuales de los sistemas sanitarios pretenden reforzar la atención primaria. Se han logrado importantes avances en el establecimiento de una atención primaria centrada en la medicina de familia en los centros de atención primaria y en el aumento del número de especialistas en medicina de familia formados. .[2]