Según un informe de la Organización Mundial de la Salud, el sistema sanitario de la República Islámica de Irán tiene tres niveles y su columna vertebral es la atención primaria. El informe afirma que, desde finales de la década de 1980, la orientación del país a favor de los pobres y basada en la comunidad ha mejorado el acceso a la atención primaria, lo que ha dado lugar a mejoras significativas en los resultados de la salud materna e infantil.
En 2022, el gasto sanitario corriente (GCS) per cápita en Irán fue de 238 USD, lo que representa el 5,3% del PIB. El gasto sanitario de origen público representaba el 49,3% del gasto sanitario, el gasto de bolsillo (GOD) suponía el 39,1%, y los prepagos voluntarios suponían el 8,7% del GCS. La tasa de incidencia nacional de los gastos sanitarios catastróficos se estimó en el 3,7% en 2021, y el porcentaje de población empobrecida debido a los pagos de bolsillo se estimó en el 1,7% en 2021.
Cobertura de seguro casi universal alcanzada
La salud es una prioridad para el desarrollo del país a través del Plan de Transformación Sanitaria (HTP), según un informe sobre la transformación del sistema sanitario en el país. El HTP se puso en marcha en 2014, y en el primer año de su aplicación se movilizaron 3.000 millones de dólares adicionales. El aumento de la financiación pública en el sistema sanitario hizo posible la ampliación de la cobertura del seguro, la modernización de las infraestructuras y una mejor remuneración de los trabajadores sanitarios.
Aunque la República Islámica de Irán está realizando una clara transición gracias a su éxito en la atención primaria de salud y se mantiene firme en su compromiso de larga data con la cobertura sanitaria universal, el informe también afirma que sigue preocupando la estabilidad y sostenibilidad de la financiación pública.