En 2023, la población de Islandia era de 387.758 personas, y más del 60% residía en Reikiavik y sus alrededores, la capital. En 2022, la esperanza de vida al nacer en Islandia era de 82,1 años, superando la media de la Unión Europea en casi 1,5 años. En 2020, las enfermedades circulatorias y el cáncer seguían siendo las principales causas de muerte, representando juntas más del 57% de todas las mortalidades.
En 2022, la esperanza de vida al nacer en Islandia era de 82,1 años, superando la media de la Unión Europea en casi 1,5 años. En 2020, las enfermedades circulatorias y el cáncer seguían siendo las principales causas de muerte, representando juntas más del 57% de todas las mortalidades.
Un sistema de financiación pública centrado en el Estado con cobertura universal
Islandia tiene un sistema de asistencia sanitaria universal que se financia principalmente con ingresos públicos y en el que todo el mundo tiene derecho a asistencia de urgencia. El sistema sanitario funciona mediante un modelo unificado de comprador-proveedor, en el que el gobierno actúa a la vez como principal financiador y operador de la mayoría de las instituciones sanitarias. La política, la administración y la financiación están centralizadas a nivel nacional.
El sistema de seguro médico público de Islandia ofrece una amplia cobertura, que incluye casi todos los costes de la asistencia hospitalaria, más del 80% de los servicios ambulatorios y alrededor del 40% de los medicamentos ambulatorios.
En 2023, el gasto sanitario corriente (GCS) per cápita en Islandia era de 6.852 USD, lo que representaba el 9,3% del PIB. El gasto sanitario de origen público representaba el 84,7% del gasto sanitario, y el gasto de bolsillo (GOD) el 13,7% del GCS.[1] Estos gastos son principalmente copagos por visitas de atención primaria, servicios ambulatorios, atención dental y medicamentos recetados. Sin embargo, los grupos vulnerables pueden beneficiarse de reducciones o exenciones para aliviar su carga financiera. [2]
A publicación sobre los sistemas sanitarios en Islandia informó en 2014 de que el sistema sanitario islandés está experimentando una tendencia hacia la centralización estatal en la regulación y la financiación, a pesar de la creciente participación del sector privado. Cuestiones como la insuficiencia de incentivos para que los pacientes recurran a los servicios de los médicos de cabecera en lugar de buscar especialistas obstaculizan directamente los esfuerzos de eficiencia del gobierno. Esto ha provocado un desplazamiento de los costes de la asistencia sanitaria del sector público al privado, lo que supone una carga para los presupuestos familiares. Aunque las prestaciones sanitarias están teóricamente al alcance de todos, el acceso se ve comprometido por las cargas financieras, y los grupos con menores ingresos se enfrentan a mayores necesidades médicas no cubiertas. A pesar de que la oferta y los resultados de la asistencia sanitaria son elevados, la sostenibilidad financiera del sistema se ve amenazada por el envejecimiento de la población y los problemas de salud pública.
[1] Organización Mundial de la Salud, Base de datos del gasto sanitario mundial, Indicadores y datos (elegir país)
[2] Fuente: OCDE/Observatorio Europeo de Sistemas y Políticas de Salud (2023), Islandia: Country Health Profile 2023, State of Health in the EU,OCDE Publishing, París