El artículo 4 de la Constitución mexicana de 1917 (revisada en 2015) establece que toda persona tiene derecho a la salud. Este artículo también destaca la obligación del Estado de promover la salud y el bienestar de la población. El Instituto Mexicano del Seguro Social se creó en 1943, con el objetivo de proporcionar asistencia sanitaria a los trabajadores y a sus familias. En 1985, la Secretaría de Salubridad y Asistencia evolucionó hasta convertirse en la Secretaría de Salud (equivalente a un ministerio de salud). La década de 1990 trajo consigo importantes reformas, que promovieron la privatización y una mayor competencia en la atención sanitaria.
Un sistema sanitario en transformación
Las modernas reformas de los sistemas de salud en México tenían como objetivo aumentar la cobertura y la calidad de la atención y garantizar el acceso equitativo de la población mexicana a los servicios de salud. As Sistema de Protección Social en Salud (Seguro Popular)creado en 2004, pretendía ampliar la cobertura sanitaria a los no asegurados. Sin embargo, tras enfrentarse a problemas de financiación y de calidad de la atención, el Seguro Popular fue sustituido por el Instituto de Salud para el Bienestar ( INSABI) en 2020. La puesta en marcha del Seguro Popular y del INSABI tenía como objetivo reducir los gastos de bolsillo en servicios esenciales.
El sistema sanitario mexicano está formado por el sector público, la seguridad social y el sector privado. La financiación procede principalmente de tres fuentes: los impuestos generales, las cotizaciones a la seguridad social y el gasto directo de los hogares. [1]
Elevada carga de gastos de bolsillo
El gasto sanitario público representó el 3,3% del PIB en 2020, por debajo del 6% recomendado por la Organización Panamericana de la Salud, y representó el 11% del gasto público total en 2021.[1]
El gasto sanitario catastrófico se estimó en un 4,4% en 2020.[2] La cobertura de los servicios esenciales alcanzó el 74,5% en 2021.
Principales retos futuros
El gobierno mexicano ha emprendido una transformación del sistema sanitario. Estas reformas se centran en cambios sistémicos en la forma de organizar y financiar los servicios sanitarios para garantizar la sostenibilidad, la equidad y el acceso universal. Dado que el sistema sanitario se enfrenta a múltiples retos, como la creciente demanda de servicios y las restricciones presupuestarias, los cambios son esenciales. Los objetivos políticos establecidos en el Programa del Sector Sanitario 2020-2024 son lograr la cobertura universal reforzando la eficacia de los proveedores sanitarios gubernamentales.
La elevada carga que suponen los gastos del usuario para los hogares afecta al acceso a los servicios sanitarios de los grupos vulnerables. La reforma del INSABI pretende eliminar el cobro al usuario en el momento del servicio dentro del sistema sanitario público. Otra cuestión importante es la distribución desigual de recursos y financiación entre diversas instituciones y sectores. Trabajar por un sistema sanitario menos fragmentado y más equitativo contribuiría a alcanzar el objetivo de la Constitución mexicana de garantizar el derecho efectivo a la atención sanitaria en el país.
Referencias
[1] Organización Mundial de la Salud, Base de datos del gasto sanitario mundial, Perfil del gasto sanitario (elegir país)
[2] Organización Mundial de la Salud, Base de datos del gasto sanitario mundial, Indicadores y datos (elegir país)