Al evaluar la reforma de la financiación sanitaria de Tanzania, un nuevo estudio pone de relieve las lagunas en la toma de decisiones para el Fondo Comunitario de Salud mejorado (iCHF, por sus siglas en inglés), haciendo hincapié en la necesidad de equidad procedimental e inclusión de las partes interesadas para una aplicación eficaz.
Los avances de Tanzania en la reforma de la financiación sanitaria, especialmente a través de la estrategia de financiación sanitaria 2016-26, pretenden abordar las desigualdades existentes. Un estudio reciente profundiza en el proceso de toma de decisiones en torno a la introducción del Fondo de Mejora de la Salud Comunitaria (iCHF) en 2017/18. A pesar de que la estrategia sugería un seguro sanitario nacional obligatorio, el iCHF se introdujo como medida a corto plazo para mejorar la cobertura y la protección contra el riesgo financiero del sector informal. Las mejoras clave incluían la división comprador-proveedor, la portabilidad de los servicios, la uniformidad de las primas y la agrupación regional de riesgos. Sin embargo, el estudio revela lagunas en el proceso de toma de decisiones. Aunque el Ministerio de Sanidad dirigió la iniciativa, ésta eludió los procedimientos legislativos obligatorios y careció de transparencia más allá de las principales partes interesadas. En particular, se excluyó a los beneficiarios y a los proveedores de los procesos decisorios cruciales. Aunque se basó en pruebas piloto y bibliográficas, la reforma pasó por alto aspectos clave, como la reducción de los costes administrativos trasladando la supervisión al Fondo Nacional del Seguro de Enfermedad. Aunque el iCHF aborda la fragmentación ampliando el fondo común a nivel regional, su proceso de toma de decisiones pone de manifiesto la necesidad de imparcialidad en los procedimientos. Implicar a todas las partes interesadas puede mejorar la capacidad de respuesta, la legitimidad y la aplicación, garantizando unas reformas de la financiación sanitaria equitativas para la población de Tanzania.