En nueve países africanos, una evaluación de la Iniciativa Clinton de Acceso a la Salud (CHAI ) revela deficiencias críticas en la mano de obra de la financiación sanitaria. Estos retos se derivan de problemas sistémicos en la formación y las estructuras institucionales. A medida que cambia la financiación mundial y evolucionan las prioridades nacionales, los gobiernos deben reforzar su capacidad para tomar decisiones informadas y equitativas sobre la financiación de la sanidad.
La evaluación, basada en datos de nueve países africanos, subraya la urgencia de abordar las deficiencias sistémicas del personal sanitario. Con los cambios en los patrones de financiación mundial, los gobiernos deben confiar cada vez más en la experiencia local para establecer prioridades y asignar los recursos de forma eficaz y equitativa. El informe recomienda reformas estratégicas para crear y conservar la capacidad técnica, como fomentar la colaboración entre el gobierno y el mundo académico, reforzar la formación continua y apoyar la igualdad de género en la contratación y la retención. Las instituciones regionales y el intercambio transfronterizo de conocimientos también son vitales para el progreso sostenible. Estos esfuerzos son esenciales para crear sistemas resistentes que puedan responder a los retos futuros y garantizar una financiación sanitaria eficaz e integradora.