A pesar de la baja renta nacional bruta per cápita de Tailandia, se tomó la audaz decisión de recurrir a los impuestos generales para financiar el Plan de Cobertura Sanitaria Universal sin depender de las cotizaciones de los afiliados. El desarrollo sanitario de Tailandia desde los años setenta, centrado en la inversión en infraestructuras sanitarias y la formación del personal sanitario, se ha orientado hacia planes de seguro de enfermedad que han contribuido a la implantación del plan de cobertura universal en 2002. Los datos empíricos muestran una reducción sustancial de los niveles de pagos directos, la incidencia del gasto sanitario catastrófico y el empobrecimiento médico.