Filipinas desplaza los pagos sanitarios, lo que suscita preocupación por la asequibilidad y el acceso debido a retrasos, denegaciones y reducción de la cobertura. Este comentario insta a reevaluar y reformar las auditorías para dar prioridad a los objetivos de salud pública.
Filipinas cambió su sistema de seguro sanitario de pagos fijos por caso (pago por caso) a un sistema de pago por servicio con un tope máximo. Su objetivo era ahorrar dinero al Gobierno, pero una rápida revisión sugiere que ha tenido consecuencias negativas:
- Retrasos en los pagos y reducción de la cobertura: La tramitación de las solicitudes con el nuevo sistema es más lenta y compleja, lo que provoca retrasos en los pagos a los hospitales. Además, algunos siniestros se deniegan o se reembolsan a tasas más bajas, lo que reduce la parte cubierta por el seguro.
- Mayores costes para los pacientes: Al reducirse la cobertura de los seguros, los pacientes tienen que pagar más de su bolsillo por la asistencia sanitaria, especialmente los que dependen de los hospitales públicos. Esto supone una carga para las poblaciones con bajos ingresos.
- Poder de negociación debilitado: el nuevo sistema reduce la influencia del Gobierno en la negociación de precios con los proveedores de asistencia sanitaria. A largo plazo, esto podría traducirse en un aumento de los costes sanitarios globales.
El estudio recomienda volver al sistema de pago basado en los casos con una revisión de las tarifas actuales para garantizar una cobertura adecuada. También reclama una mejor adecuación entre las auditorías financieras y los objetivos del seguro de enfermedad. Las auditorías deben centrarse en la eficacia de las estrategias de compra de PhilHealth, no sólo en la tramitación individual de las reclamaciones.
La reciente derogación del sistema de tarifas máximas por servicio es un paso positivo, pero se necesita una comunicación clara entre PhilHealth y los reguladores para evitar errores similares en el futuro.