Al igual que muchos países, Bélgica ha experimentado un rápido aumento de los diagnósticos de cáncer en los últimos años. Teniendo en cuenta que una gran parte de los tipos de cáncer podrían prevenirse, el estudio pretendía estimar la carga sanitaria anual del cáncer por localización, y comparar el coste con las estimaciones de la carga de enfermedad para comprender mejor el impacto de las distintas localizaciones del cáncer en Bélgica.
Los autores utilizaron fuentes de datos disponibles a escala nacional para estimar el gasto sanitario. Optaron por un enfoque basado en la prevalencia, que mide los costes atribuibles a la enfermedad que se producen simultáneamente para los casos de cáncer prevalentes a 10 años en 2018. Los costes medios atribuibles al cáncer se calcularon mediante el emparejamiento de casos (pacientes con cáncer por localización) y controles (pacientes sin cáncer). Los años de vida perdidos por discapacidad (AVPD) se utilizaron para resumir el impacto sanitario de los cánceres seleccionados.
El coste atribuible más elevado en 2018 entre los cánceres seleccionados fue de una media de 15.867 euros por paciente para el cáncer de bronquio y pulmón, seguido del cáncer de hígado, el cáncer de páncreas y el mesotelioma. En cuanto al coste total, el cáncer de pulmón fue el más costoso, con casi 700 millones de euros gastados en 2018. Al cáncer de pulmón le siguieron el de mama y el colorrectal, que costaron más de 300 millones de euros cada uno en 2018.
En el estudio se estimó el coste directo atribuible de las localizaciones de cáncer más prevalentes en Bélgica, con el fin de proporcionar una orientación útil para las políticas de contención de costes. Muchos de estos cánceres podrían prevenirse abordando factores de riesgo como el tabaquismo, la obesidad y los factores de estrés ambiental.