El artículo publicado en BMJ Global Health explora los riesgos que el cambio climático supone para las mujeres, los niños y los adolescentes, sobre todo en las regiones más afectadas, y sugiere formas de tender puentes entre la financiación sanitaria y la climática para proteger a estos grupos.
Las mujeres, los niños y los adolescentes (WCA) de los países de renta baja y media (LMIC) se encuentran entre los más vulnerables a los impactos del cambio climático, a pesar de contribuir mínimamente a las emisiones globales de gases de efecto invernadero. Invertir en su salud puede ayudar a mitigar estas desigualdades, al tiempo que se consiguen beneficios sanitarios, económicos, sociales y medioambientales más amplios. Sin embargo, las políticas y la financiación climáticas suelen descuidar la salud de las mujeres, los niños y los adolescentes (SMI), lo que pone de relieve la necesidad de estrategias de financiación innovadoras que alineen la atención sanitaria y la acción climática. El debate aborda los retos y las oportunidades de utilizar la financiación climática para apoyar la atención sanitaria a las mujeres, ofreciendo soluciones como la protección social adaptativa y estrategias de compra innovadoras para garantizar el acceso a los servicios sanitarios esenciales y aumentar la resiliencia frente a las perturbaciones relacionadas con el clima.
