El documento “Financiar el futuro: El papel de la AIF en la evolución de la arquitectura mundial de la ayuda” se centra en las tendencias clave de los flujos financieros oficiales, la necesidad de reequilibrar la arquitectura mundial de la ayuda y las ventajas comparativas de la Asociación Internacional de Fomento (AIF) para afrontar los retos.
El informe hace hincapié en el aumento significativo de los flujos financieros oficiales hacia los países menos desarrollados (PMA) y los países de renta baja (PRB), en comparación con los países de renta media (PRM), durante las dos últimas décadas. A pesar de este crecimiento, el documento subraya la insuficiencia de la financiación del desarrollo disponible para hacer frente a los retos mundiales, como el cambio climático, los conflictos y las pandemias, haciendo hincapié en la necesidad de ampliar los recursos. Además, la complejidad de la arquitectura de la ayuda mundial plantea retos, como la elusión de los presupuestos de los gobiernos receptores, el rápido aumento de los fondos no apalancados y asignados, la proliferación de canales de donantes y la creciente fragmentación de los flujos de ayuda.
El documento subraya el papel crucial de la AIF a la hora de proporcionar financiación climática en condiciones favorables, fomentar la sostenibilidad de la deuda y reforzar las asociaciones. Subraya la necesidad de un nuevo manual para mejorar la eficacia de la AIF a la hora de apoyar las prioridades de los países, abordar los retos mundiales e impulsar el desarrollo con rapidez, escala e impacto. Además, pone de relieve la creciente complejidad y fragmentación de los flujos de ayuda, lo que hace que se pierdan oportunidades de aprovechar los escasos recursos concesionales. El documento también señala el descenso de las contribuciones de los donantes a los tres mayores brazos concesionales de los bancos multilaterales de desarrollo -la AIF, el Fondo Africano de Desarrollo (FAD) y el Fondo Asiático de Desarrollo (FAD)- en las tres últimas reposiciones, lo que indica los retos a los que se enfrentan los brazos concesionales de los bancos multilaterales de desarrollo.
En conclusión, el documento subraya la importancia de encontrar un enfoque equilibrado y complementario para la prestación de la ayuda, que combine las ventajas de los enfoques horizontal y vertical, mitigando al mismo tiempo sus limitaciones. Subraya la importancia de los BMD a la hora de mejorar la coordinación de la ayuda y abordar los déficits de financiación de los países en desarrollo, al tiempo que destaca el impacto positivo de los cuantiosos recursos no asignados de la AIF en los 1.300 millones de personas que viven en los países clientes. Se destaca la necesidad de ampliar significativamente la capacidad de financiación de la AIF, así como la próxima reposición de la AIF21, para abordar los retos de la actual arquitectura mundial de la ayuda y lograr una misión de desarrollo sólida y ambiciosa.