El informe explora la productividad de la asistencia sanitaria en Kazajstán utilizando datos de las cuentas nacionales de salud, con comparaciones con los países de la OCDE. La productividad de la asistencia sanitaria se evalúa mediante múltiples indicadores a nivel sistémico, subsectorial y por enfermedad. Entre las principales medidas de productividad se incluyen los gastos sanitarios, las tasas de mortalidad, la eficacia de la prestación de servicios y la utilización de recursos.
El estudio de Omirbayeva B.S. analiza la productividad de la asistencia sanitaria en Kazajstán utilizando datos de las cuentas nacionales de salud, comparando los indicadores clave de rendimiento con los de los países de la OCDE. El análisis abarca de 2016 a 2021 y examina los niveles de productividad sistémica, subsectorial y por enfermedad. Proporciona una visión crítica de los gastos, las tasas de mortalidad, la prestación de servicios y la utilización de recursos.
El gasto sanitario casi se ha duplicado durante el periodo de estudio. El gasto sanitario público creció más rápidamente que los gastos de bolsillo privados, mejorando la protección financiera. En 2021, los pagos directos representaban el 25% del gasto sanitario total, frente al 36% en 2016. Sin embargo, esta cifra sigue siendo superior a la media de la OCDE, en torno al 18%. Han aumentado las inversiones en servicios ambulatorios y preventivos, pero los servicios hospitalarios siguen consumiendo una parte sustancial de la financiación sanitaria. Persisten las ineficiencias en la asignación de recursos, sobre todo en las regiones rurales y remotas.
Las tasas de mortalidad son una preocupación importante. La mortalidad infantil alcanzó una media de 8,09 por 1. 000 nacidos vivos entre 2016 y 2021, más del doble de la media de la OCDE de 4 por 1.000. La mortalidad materna se disparó a 44,7 por 100.000 nacidos vivos en 2021, frente a 12,7 en 2016, impulsada en gran medida por la pandemia de COVID-19. Más de la mitad de las muertes maternas estuvieron relacionadas con el COVID-19 y sus complicaciones. Estas elevadas tasas de mortalidad indican la necesidad de mejorar el acceso a la atención materna prenatal, postnatal y de emergencia.
Los servicios de atención ambulatoria han experimentado un crecimiento, y el gasto per cápita alcanzará los 54.385 tenge en 2021. La ampliación del acceso ha dado lugar a una mayor utilización de los servicios ambulatorios, pero la atención preventiva, incluida la detección precoz y el cribado de enfermedades, sigue estando poco desarrollada. Esta falta de servicios preventivos contribuye a unas tasas más elevadas de ingresos hospitalarios por afecciones prevenibles, sobre todo en las zonas rurales.
Los servicios hospitalarios muestran tanto puntos fuertes como ineficiencias. Kazajstán tiene 6,8 camas de hospital por cada 1.000 habitantes, frente a la media de la OCDE de 4,4. Sin embargo, las estancias hospitalarias más largas (8,9 días frente a los 7,6 días de la OCDE) sugieren ineficiencias en la atención y la planificación del alta. Los retos de la gestión de recursos se intensificaron durante la pandemia de COVID-19, y los hospitales se enfrentaron a una mayor demanda y presión financiera debido a la ampliación de camas. El gasto hospitalario también aumentó significativamente, pero las complicaciones postoperatorias y la mortalidad empeoraron durante la pandemia.
Los indicadores basados en enfermedades revelan una débil detección precoz de afecciones como el cáncer. La proporción de diagnósticos de cáncer realizados en fases tardías ha aumentado, sobre todo en los casos de cáncer de mama, de cuello uterino y de pulmón. Esto pone de relieve la necesidad de mejorar los servicios de detección y diagnóstico para detectar antes las enfermedades y reducir las tasas de mortalidad.
La pandemia de COVID-19 puso de manifiesto puntos débiles críticos en la infraestructura sanitaria de Kazajstán. Se interrumpieron los servicios rutinarios, y los hospitales tuvieron dificultades para gestionar el aumento de casos graves, sobre todo entre los grupos de alto riesgo, como las mujeres embarazadas. Esto provocó un aumento de la mortalidad y un empeoramiento de los resultados sanitarios en todo el sistema.
Basándose en las conclusiones, el informe ofrece varias recomendaciones para mejorar la productividad y la eficiencia del sistema sanitario:
- Reforzar la Atención Preventiva y Primaria:
Aumentar las inversiones en programas de detección precoz y cribado para reducir los ingresos hospitalarios evitables. - Mejorar los servicios de salud materno-infantil:
Ampliar el acceso a cuidados prenatales y postnatales de alta calidad, sobre todo en zonas desatendidas, para reducir las tasas de mortalidad. - Optimizar los recursos hospitalarios:
Aplicar estrategias para acortar las estancias hospitalarias, mejorar la planificación de las altas y asignar mejor los recursos en función de la demanda regional. - Mejorar la protección financiera:
Continuar los esfuerzos para reducir los gastos de bolsillo ampliando la cobertura de los seguros y proporcionando subvenciones específicas a las poblaciones vulnerables. - Reforzar los sistemas de respuesta de emergencia:
Aumentar la resistencia de la infraestructura de atención de emergencia para afrontar mejor las crisis futuras.
Estas reformas son esenciales para mejorar la productividad de la asistencia sanitaria y garantizar un acceso equitativo a una asistencia de alta calidad en Kazajstán.