Publicado en Health Policy, el estudio de Thomas Rice, Karsten Vrangbæk, Ingrid S. Saunes y sus colegas examina la progresividad de la recaudación de ingresos públicos para la financiación de la asistencia sanitaria en 29 países de renta alta. Los autores evalúan tres fuentes principales de ingresos -impuestos sobre la renta, cotizaciones a la seguridad social e impuestos sobre el consumo- y desarrollan un índice cualitativo para medir su impacto en la equidad.
El estudio concluye que los países con sistemas del impuesto sobre la renta más progresivos tienden a tener múltiples tramos impositivos y mayores diferencias en los tipos marginales. Los regímenes de seguridad social más equitativos carecen de un tope para las rentas superiores y prevén exenciones o reducciones para las personas con rentas más bajas. En cambio, los impuestos sobre el consumo suelen contribuir a la regresividad, aunque los países con menor desigualdad general de ingresos tienden a aplicar políticas menos regresivas. La investigación pone de relieve estrategias para hacer más progresiva la financiación de la sanidad, ofreciendo valiosas ideas a los responsables políticos que pretendan mejorar la equidad en la recaudación de ingresos para los sistemas sanitarios públicos.