En este documento, los autores ofrecen un análisis contextual y político-económico de las reformas de la financiación sanitaria en Uganda y, en particular, disipan los temores y conceptos erróneos relacionados con la introducción de un Sistema Nacional de Seguro de Enfermedad (SNSS). El camino hacia las reformas de la financiación sanitaria en Uganda comenzó en 1986, cuando el actual gobierno asumió el poder. En 2001, Uganda suprimió públicamente las tasas de usuario en todos los centros sanitarios públicos para mejorar el acceso a la atención sanitaria y eliminar la carga financiera de acceder a ella, especialmente para los hogares pobres. Sin embargo, a pesar de la gratuidad de los servicios sanitarios, a lo largo de los años han aumentado los gastos sanitarios de bolsillo, exponiendo a los hogares al riesgo de incurrir en gastos sanitarios catastróficos. Sin embargo, el gobierno no ha introducido ninguna nueva reforma para reducir las penurias financieras a las que se enfrentan los ugandeses. Utilizando el modelo de Grindle y Thomas, los autores describen cómo afectan diversos factores a la toma de decisiones por parte de las élites políticas en relación con una política concreta en un momento determinado. A partir de las enseñanzas extraídas de la región subsahariana y, en particular, de las experiencias de Ghana y Ruanda, los autores concluyen que la voluntad política del ejecutivo encabezado por el presidente en muchos países es un factor determinante para el éxito de la aplicación de las reformas sanitarias, incluido el establecimiento de un plan nacional de salud.
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