Publicado en el Boletín de la OMS de mayo, el artículo destaca el papel del sector sanitario en el cambio climático y pide que se integren medidas de mitigación y adaptación en las políticas de financiación sanitaria.
El sector sanitario contribuye significativamente al cambio climático, siendo responsable de aproximadamente el 5% de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero en 2019, debido a la producción intensiva en energía, el transporte de suministros médicos y el consumo de energía dentro de los centros sanitarios. A la inversa, el cambio climático agrava los problemas de salud al aumentar la incidencia de enfermedades transmitidas por vectores y por el agua, y provocar fenómenos meteorológicos extremos, que elevan las necesidades de atención sanitaria y los gastos de bolsillo. La Organización Mundial de la Salud (OMS) prevé que los costes directos adicionales para el sector sanitario alcancen entre 2.000 y 4.000 millones de dólares anuales en 2030. Para afrontar estos retos, las políticas de financiación sanitaria deben integrar medidas de mitigación para reducir las emisiones y medidas de adaptación para aumentar la resiliencia de los sistemas sanitarios.
Este artículo, dirigido a los responsables políticos de la financiación sanitaria, explora las opciones políticas para incorporar las consideraciones climáticas a la financiación sanitaria, especialmente en los países de renta baja y media, y subraya la importancia de alinear estas medidas con acciones gubernamentales más amplias para abordar eficazmente el cambio climático y sus repercusiones en la salud.