Alcanzar la cobertura sanitaria universal requiere diversas estrategias de financiación, incluidos ingresos públicos para ayudar a quienes no pueden permitirse la asistencia. Implica coordinar estos mecanismos de financiación para crear un sistema sanitario sostenible que atienda las necesidades de todos los ciudadanos, especialmente de las poblaciones más vulnerables.
El concepto de cobertura sanitaria universal (CSU) hace hincapié en el acceso a servicios sanitarios de calidad para todas las personas, independientemente de sus medios económicos. Aunque los centros sanitarios públicos suelen afirmar que proporcionan un acceso abierto a todos los ciudadanos, la verdadera CSU abarca tres dimensiones fundamentales: la calidad de los servicios, el acceso equitativo y la necesidad de una cobertura basada en las necesidades sanitarias individuales.
Dimensiones de la Cobertura Sanitaria Universal
- Calidad del servicio: La CSU no sólo debe proporcionar acceso, sino garantizar que los servicios sanitarios ofrecidos sean de alta calidad. La evaluación de los servicios debe centrarse en los resultados sanitarios, las experiencias de los usuarios y la eficacia de la asistencia.
- Equidad: El principio de equidad en la asistencia sanitaria subraya que los servicios deben estar al alcance de todos, especialmente de los necesitados. Es importante destacar que esto significa que la cobertura debe ser independiente de la capacidad de las personas para pagar los servicios. La equidad efectiva implica que debe existir algún mecanismo de financiación para ayudar a quienes no pueden permitirse la asistencia, lo que puede implicar financiación gubernamental, filantropía u otras estrategias de financiación.
Estrategias de financiación de la asistencia sanitaria Para facilitar la prestación de servicios sanitarios a quienes no pueden permitírselos, los estados suelen utilizar varias estrategias de financiación:
- Ingresos públicos: Un método principal para financiar la asistencia sanitaria es utilizar una parte de los ingresos públicos procedentes de los impuestos. Sin embargo, muchos países en vías de desarrollo, como Bangladesh, se enfrentan a problemas de insuficiencia de ingresos fiscales para cubrir las necesidades sanitarias, lo que provoca posibles déficits en la financiación de la sanidad pública.
- Impuestos sobre el pecado: Una estrategia habitual para recaudar ingresos adicionales para la asistencia sanitaria son los impuestos sobre el pecado, que se aplican a productos que afectan negativamente a la salud pública, como el alcohol, el tabaco y los alimentos poco saludables. Esto puede desincentivar el consumo nocivo y generar fondos para la asistencia sanitaria.
- Responsabilidad Social Corporativa (RSC): Los gobiernos pueden animar a las empresas a contribuir económicamente a iniciativas sanitarias como forma de RSC. Esta estrategia permite a las empresas compensar los impactos sociales negativos que puedan crear e invertir en mejoras de la salud de la comunidad, proporcionando así un doble beneficio.
- Seguro social de enfermedad: Varios países europeos gestionan sistemas de seguro social de enfermedad. En estos sistemas, tanto empresarios como trabajadores contribuyen con primas que financian los costes de la asistencia sanitaria. El gobierno ayuda a quienes no pueden permitirse la cobertura del seguro, ampliando así el acceso a los servicios sanitarios necesarios.
- Sistemas nacionales de seguro sanitario: Un enfoque sólido implica un modelo de seguro sanitario nacional en el que los ciudadanos pagan primas a una organización elegida por el gobierno y responsable de gestionar la financiación de la asistencia sanitaria. Este modelo garantiza que el Estado proporcione cobertura a los no asegurados, creando una red de seguridad para las poblaciones vulnerables.
- Seguro de enfermedad individual: Además de los regímenes colectivos, los particulares también pueden contratar un seguro médico privado. Suelen optar por esta opción quienes desean una atención más personalizada o un acceso más rápido a los servicios.
- Pagos directos: Aunque generalmente se consideran una opción menos deseable debido a la posible presión financiera sobre los individuos, los pagos directos representan una forma sencilla de que los individuos paguen directamente los servicios cuando los necesiten. Es diferente de los copagos, que son costes estructurados compartidos entre los pacientes asegurados y los proveedores de servicios.
Ventajas e inconvenientes de las fuentes de financiación: Cada estrategia de financiación de la asistencia sanitaria tiene sus ventajas e inconvenientes: –
- Financiación basada en impuestos: Este método suele considerarse el más equitativo porque reparte el coste de la asistencia sanitaria entre toda la población, garantizando que los servicios de alta calidad sean accesibles para todos. Minimiza los costes administrativos y facilita una gestión eficaz gracias a la agilización de la comunicación y al menor número de responsables.
- El Seguro Social de Enfermedad: Aunque promueven un sólido reparto del riesgo y la solidaridad, estos sistemas también pueden aumentar las complejidades administrativas y los costes debido a la implicación de múltiples puntos de pago y agencias. Esto puede dar lugar a ineficiencias si no está bien regulado.
- Pagos individuales y de bolsillo: Estas opciones ofrecen flexibilidad y pueden mejorar la personalización del servicio. Sin embargo, pueden excluir a las personas con bajos ingresos, aumentando las disparidades sanitarias y socavando el principio de acceso equitativo.
Conclusiones: La cobertura sanitaria universal es un objetivo esencial para los sistemas sanitarios nacionales que se esfuerzan por garantizar que la asistencia sanitaria sea accesible y equitativa. Alcanzar una verdadera cobertura sanitaria universal requiere una financiación estratégica que equilibre las necesidades de salud pública con prácticas económicas sostenibles. Explorando diversas fuentes de financiación, los estados pueden trabajar por un sistema sanitario más inclusivo que satisfaga las necesidades de todos los ciudadanos, en particular de los más vulnerables.