La Unidad de Economía de la Salud de la Dirección General de Servicios Sanitarios, dependiente del Ministerio de Salud y Bienestar Familiar de Bangladesh, informa de que el gasto sanitario de bolsillo en el país ha ido en aumento, hasta situarse en torno al 69% en 2020.
Esto ha suscitado preocupación entre los expertos en salud pública, los responsables políticos y los profesionales sanitarios.
Los productos farmacéuticos representan una parte importante del gasto sanitario total de los pacientes, mientras que los proveedores de servicios médicos ambulatorios y las instalaciones médicas y de diagnóstico también contribuyen a los pagos directos.
El elevado gasto sanitario de bolsillo se ve agravado por el reciente aumento del coste de los productos de primera necesidad y la recesión económica general.
Se hace hincapié en que retrasar la atención médica debido a las limitaciones económicas puede conducir a un deterioro del estado de salud y a un aumento de los gastos sanitarios con el tiempo.
El término “gastos sanitarios de bolsillo” engloba los costes que soportan los individuos por servicios médicos, tratamientos y medicamentos recetados que no cubre el gobierno, los seguros privados u otras terceras partes.
Los costes no médicos asociados a la búsqueda de asistencia sanitaria, como la pérdida de salarios, tiempo y productividad, no suelen tenerse en cuenta en las evaluaciones de la carga económica, aunque repercuten significativamente en las personas y las familias.
Hay tres tipos de gastos sanitarios relacionados con una enfermedad o dolencia: gastos médicos directos, gastos no médicos directos y gastos indirectos.
Los costes médicos directos incluyen los gastos relacionados con la utilización de recursos sanitarios, mientras que los costes directos no médicos abarcan los gastos relacionados con el transporte y los gastos de los cuidadores.
Los costes indirectos abarcan la productividad laboral perdida y la productividad vitalicia de los pacientes, familiares o cuidadores.
Es esencial comprender y documentar todos los gastos en que incurren el sistema sanitario, los pacientes y la sociedad.
Las evaluaciones de los programas de salud pública y las cargas económicas deben abarcar toda la gama de costes, incluidos los gastos no médicos, para proporcionar una comprensión global del impacto de los costes sanitarios en las personas y la sociedad.
Hay que esforzarse por hacer frente al creciente gasto sanitario de bolsillo en Bangladesh y trabajar para alcanzar los objetivos esbozados en la “Estrategia de Financiación de la Asistencia Sanitaria 2012-32”.