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Cerrar la brecha sanitaria en la India: La RSC como catalizador de la CSU - P4H Network

Cerrar la brecha sanitaria en la India: La RSC como catalizador de la CSU

En 2025, la RSC desempeña un papel crucial en la aceleración de la Cobertura Sanitaria Universal, salvando las distancias del sistema público mediante la financiación, la salud digital y las asociaciones de atención especializada. Alinear la RSC con las prioridades nacionales, los resultados mensurables y el traspaso sostenible garantiza el impacto a largo plazo, la equidad y la resiliencia en la prestación de asistencia sanitaria primaria y terciaria.

La Cobertura Sanitaria Universal (CSU), el principio de que todas las personas deben tener acceso a servicios sanitarios de calidad sin sufrir dificultades económicas, sigue siendo fundamental para la agenda de los ODS de 2030. Para 2025, los avances mundiales muestran resultados desiguales: la mejora de la sanidad digital y la cobertura de los seguros han ampliado el acceso, pero persisten las desigualdades en los países de ingresos bajos y medios. La OMS informa de un estancamiento en la cobertura de los servicios y de la ampliación de las brechas de protección financiera, especialmente en los servicios de inmunización, atención materna y enfermedades no transmisibles. Los efectos del clima amenazan aún más los logros de los grupos vulnerables. El Ayushman Bharat-PM-JAY de la India ha hecho grandes avances -se emitieron más de 36,9 millones de tarjetas Ayushman para marzo de 2025-, pero la utilización y la integración de la atención primaria siguen siendo un reto, lo que subraya la necesidad de reforzar los sistemas de salud pública junto con la protección financiera.

La Responsabilidad Social Corporativa (RSC) está surgiendo como un potente catalizador para complementar los esfuerzos públicos hacia la CSU. Más allá de la filantropía, la RSC sirve como compromiso estratégico: puede cofinanciar infraestructuras críticas, mejorar los sistemas sanitarios digitales y sembrar innovaciones que los gobiernos puedan ampliar de forma sostenible. Las empresas aportan sus puntos fuertes organizativos -eficiencia en la gestión de proyectos, toma de decisiones basada en datos y desarrollo de tecnología punta- para colmar las lagunas sistémicas en la prestación de servicios sanitarios públicos.

Las iniciativas de RSC de gran impacto pueden reforzar directamente los sistemas sanitarios públicos en lugar de crear estructuras paralelas. Las vías prioritarias incluyen la mejora de la infraestructura de atención primaria, la digitalización de los registros de los centros y los enlaces de telemedicina, y el desarrollo conjunto de centros especializados, como unidades de oncología o neonatología dentro de los hospitales públicos. Estas “coaliciones para la atención especializada” combinan el capital empresarial con los activos del gobierno, creando beneficios duraderos, reduciendo el gasto catastrófico y ampliando el acceso a la atención terciaria para los pacientes desatendidos. Las inversiones en salud preventiva dirigidas por la RSC -como la difusión de la vacunación, la detección de ENT o los programas de salud escolar- pueden reducir los costes del sistema a largo plazo. La capacitación del personal, sobre todo de los proveedores rurales y de nivel medio, sigue siendo otra frontera crítica.

Para ser sostenibles, las iniciativas de RSC deben alinearse con las prioridades del gobierno, estar integradas en los sistemas públicos y establecer resultados mensurables guiados por normas globales como los indicadores del CAD de la OCDE y los ODS. Las iniciativas deben aplicar una arquitectura mixta: asociaciones gubernamentales para la ampliación y la institucionalización, y participación de las ONG para la implicación de la comunidad, la transparencia y la innovación. La ampliación debe ir seguida de una evaluación independiente de los resultados y la rentabilidad para garantizar la responsabilidad y el impacto. Por último, los proyectos de RSC deben incluir planes claros de traspaso y operaciones para garantizar la continuidad más allá de la financiación inicial. Cuando se diseña estratégicamente y se gestiona con transparencia, la RSC no se convierte en una mera financiación complementaria, sino en una fuerza transformadora que promueve sistemas sanitarios equitativos, resistentes e inclusivos en pos de la CSU.

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