La financiación de la asistencia sanitaria en India está plagada de elevados gastos de bolsillo y liquidaciones de siniestros ineficaces, que obligan a muchos a endeudarse. Se necesita un “Pacto de Asequibilidad” IRDAI-RBI coordinado para integrar los pagos digitales, las redes sin efectivo y las soluciones de financiación, haciendo que el seguro sanitario sea realmente accesible y reduciendo las dificultades económicas de los pacientes en todo el país.
El sistema sanitario de India se encuentra en una coyuntura preocupante en la que el rápido avance económico coexiste con una profunda presión financiera sobre los hogares. A pesar de los avances en crecimiento y tecnología, el modelo de financiación de la asistencia sanitaria del país sigue impulsando la pobreza. El gasto de bolsillo, que representa casi el 50% del gasto sanitario total según las estimaciones de la OMS para 2024, sigue siendo uno de los más elevados del mundo. El defectuoso proceso de liquidación de siniestros de los seguros agrava el problema, obligando a los pacientes a pagar por adelantado la atención médica antes de que se les reembolse más tarde. El
Expertos del sector, como Saurabh Soni, de DigiSparsh, señalan que el sistema indio funciona en gran medida con un modelo de “efectivo y reembolso” que va a la zaga del resto de la revolución digital del país. La rápida expansión de los hospitales sin un crecimiento equivalente de las redes sin efectivo obliga aún más a los pacientes a gastar por adelantado. Una sola reforma política del IRDAI o del Banco de la Reserva de la India (RBI) no puede resolver este problema; lo que se necesita es un “Pacto de Asequibilidad” coordinado entre estas instituciones para integrar el seguro médico con los sistemas bancarios y crediticios digitales.
Este pacto propuesto se basa en seis pilares destinados a reducir las cargas del pago por cuenta propia mediante la integración financiera y tecnológica. Prevé un ecosistema integrado de financiación sanitaria que conecte el UPI, las líneas de crédito y los monederos sanitarios con los sistemas en tiempo real de las aseguradoras, para que los paquetes sin efectivo sean la norma. También propone vincular el crédito sanitario con el seguro, permitiendo a los pacientes acceder a líneas de crédito sin intereses de NBFC o bancos regulados durante 60-90 días hasta que las aseguradoras reembolsen directamente a los hospitales. Ampliar la red universal sin efectivo mediante liquidaciones digitales en el mismo día a través de mecanismos de custodia regulados reforzaría la confianza de los hospitales y reduciría la dependencia del efectivo.
Además, los modelos de puntuación del riesgo sanitario y de crédito basados en datos podrían permitir primas más justas y un acceso financiero personalizado, mientras que las bolsas digitales de reclamaciones, como la Bolsa Nacional de Reclamaciones Sanitarias (NHCX), podrían acelerar los procesos de liquidación. Por último, un


