El informe del UKHSA revela importantes desigualdades sanitarias en Inglaterra relacionadas con las enfermedades infecciosas y los peligros para la salud ambiental, y que los habitantes de zonas desfavorecidas tienen casi el doble de probabilidades de ser hospitalizados que sus homólogos más acomodados. De cara al futuro, la UKHSA pretende abordar estas desigualdades mediante intervenciones específicas y la colaboración con diversos sectores para mejorar los resultados sanitarios de las comunidades más afectadas.
La UKHSA (Agencia de Seguridad Sanitaria del Reino Unido) ha publicado un informe en el que se detallan las desigualdades sanitarias en Inglaterra derivadas de las enfermedades infecciosas y los peligros para la salud ambiental. El informe, titulado “Desigualdades en la protección de la salud”, pone de relieve disparidades significativas en los resultados sanitarios en función de la situación socioeconómica, la ubicación geográfica y el origen étnico.
Los resultados revelan que las personas que residen en el 20% de las zonas más desfavorecidas de Inglaterra tienen casi el doble de probabilidades de ser hospitalizadas por enfermedades infecciosas que las de las regiones menos desfavorecidas. En particular, el noroeste de Inglaterra presenta una tasa de hospitalización por enfermedades infecciosas un 30% superior, con 3.600 ingresos por cada 100.000 personas entre septiembre de 2023 y agosto de 2024, frente a la media nacional de 2.800.
El informe subraya también las marcadas diferencias en las tasas de ingreso de urgencia por tuberculosis entre grupos étnicos, siendo las tasas de los individuos “asiáticos de otro origen” 29 veces superiores, las de los individuos “indios” 27 veces superiores y las de los individuos “negros africanos” 15 veces superiores en comparación con el grupo de “británicos blancos”.
La carga económica asociada a estas desigualdades sanitarias es significativa, y costará al SNS entre 970 y 1.500 millones de libras en el periodo 2022-2023. En cuanto a la salud medioambiental, la investigación indica que las comunidades desfavorecidas se enfrentan a menudo a niveles más altos de contaminación atmosférica, lo que agrava los problemas de salud. El análisis demuestra que quienes viven en estas zonas experimentan tasas notablemente más elevadas de enfermedades respiratorias, con ingresos de urgencia dos veces más elevados en general, e incluso más graves para enfermedades como la tuberculosis (siete veces más) y el sarampión (seis veces más).
Las poblaciones vulnerables también se ven desproporcionadamente afectadas por la radiación, los productos químicos y los peligros climáticos. La Dra. Leonora Weil, Directora Adjunta de Equidad e Inclusión Sanitarias de la UKHSA, destacó la urgencia de abordar estas desigualdades. Señaló que estas disparidades se pueden prevenir y subrayó la necesidad de emprender acciones específicas para mejorar los resultados sanitarios de las comunidades más afectadas, incluidos los grupos étnicos marginados y las personas sin hogar.
De cara al futuro, el UKHSA pretende aplicar una perspectiva de equidad sanitaria en su trabajo, centrándose en comprender las necesidades de las distintas poblaciones y en aplicar intervenciones específicas. Esto implica colaborar con socios locales y nacionales de diversos sectores y capacitar al personal para que aborde eficazmente estas desigualdades sanitarias en todos los aspectos de su trabajo. El informe sirve de punto de partida para profundizar en la exploración y la acción en pro de una mejor salud para todas las personas en Inglaterra.