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Cómo Japón está construyendo una sociedad resistente mediante una asistencia sanitaria equitativa - P4H Network

Cómo Japón está construyendo una sociedad resistente mediante una asistencia sanitaria equitativa

El sistema de seguro sanitario universal de Japón, establecido en 1961, garantiza un acceso equitativo a la asistencia sanitaria para todos los ciudadanos, especialmente cuando el país se enfrenta al envejecimiento de la población y al aumento de los costes sanitarios. Las recientes actualizaciones políticas pretenden mejorar la eficiencia y mantener la estabilidad financiera del sistema sanitario, salvaguardando al mismo tiempo el acceso a los tratamientos esenciales.

Al celebrar el Día Mundial de la Salud, es crucial subrayar la importancia del acceso equitativo a la asistencia sanitaria, sobre todo a medida que envejece la población mundial. El concepto de “longevidad saludable”, que se refiere a vivir con buena salud sin enfermedades ni lesiones, supone un reto importante que las sociedades deben abordar para aumentar su resiliencia. En consecuencia, la detección y el tratamiento precoces de las enfermedades son primordiales, lo que subraya la necesidad de un acceso equitativo a la asistencia sanitaria.

Japón ofrece un interesante estudio de caso con su sistema de seguro sanitario universal, establecido en 1961. Este sistema garantiza la igualdad de acceso a la asistencia sanitaria a todos los ciudadanos. Antes de su implantación, unos 30 millones de personas, que representaban aproximadamente un tercio de la población japonesa, no estaban aseguradas, lo que provocaba pérdidas de vidas innecesarias debido a unos gastos médicos inasequibles. Ahora, los particulares contribuyen con primas basadas en sus ingresos y cubren el 30% de sus gastos médicos, garantizando que la asistencia sanitaria sea accesible para todos.

Con la población de más rápido envejecimiento del mundo, Japón está atravesando un importante cambio demográfico. La proporción de personas en edad de trabajar (20-64 años) respecto a las de 65 años o más era de 5,1 a 1 en 1990; sin embargo, las proyecciones indican que descenderá a 1,8 a 1 en 2025. Esta duplicación de la población anciana respecto a la demográfica en edad de trabajar ha aumentado la demanda de tratamientos avanzados y servicios de cuidados de larga duración.

En consecuencia, el gasto sanitario nacional de Japón no ha dejado de aumentar; los costes sanitarios pasaron de unos 30 billones de yenes (280 millones de dólares) en 2000 a más de 46 billones de yenes (316 millones de dólares) en 2022. Durante el mismo periodo, el porcentaje del PIB nacional dedicado a la sanidad pasó del 5,7% al 8,24%. Este alarmante aumento de los costes pone de manifiesto la necesidad de actualizar la cobertura de los seguros y de aumentar la eficacia del sistema sanitario. En respuesta, el gobierno japonés ha iniciado cambios en su sistema de seguros sanitarios para garantizar un acceso equitativo y continuado a los servicios sanitarios.

Cabe destacar la introducción del Plan de Salud de Datos y el aplazamiento del aumento del tope de la “prestación por gastos médicos de alto coste”. Lanzado en 2013, el Plan de Salud de Datos pretende mejorar la eficacia de la asistencia sanitaria analizando los gastos médicos y los datos de los controles de salud de los asegurados. Al estratificar los riesgos sanitarios basándose en datos reales, este plan identifica a las personas con más probabilidades de beneficiarse de las intervenciones sanitarias, mejorando así la prestación sanitaria global.

En 2018, el Ministerio de Sanidad, Trabajo y Bienestar de Japón (MHLW) trasladó la responsabilidad financiera principal del seguro nacional de enfermedad de los municipios a las prefecturas. Este cambio abordaba los retos de estabilidad financiera a los que se enfrentaban los municipios debido al aumento de los costes sanitarios y al descenso de la población. La transición perseguía una gestión financiera estable y la prestación de mejores servicios sanitarios.

En cuanto a la “prestación por gastos médicos de alto coste”, el gobierno decidió en marzo de 2025 posponer el aumento del tope que limita los gastos médicos mensuales en función de la edad y los ingresos de las personas. Esta prestación desempeña un papel crucial en la prevención de cargas financieras significativas para los pacientes que requieren tratamientos costosos, como la atención oncológica o las enfermedades raras. Aplazar el aumento del límite protege a las personas de perder el acceso a tratamientos esenciales en medio de la escalada de los gastos sanitarios.

Además, la digitalización de las operaciones sanitarias está aliviando cierta presión sobre los servicios en medio del envejecimiento de la población. Desde 2021, la Tarjeta Mi Número funciona como documento de identidad electrónico y tarjeta sanitaria nacional, almacenando registros digitales de recetas y revisiones médicas. Esta información centralizada permite a los proveedores de asistencia sanitaria acceder al historial médico completo de un paciente de forma eficiente, lo que se espera que reduzca las cargas administrativas.

Empresas del sector privado como Aly y Ubie también están contribuyendo a la eficiencia de la asistencia sanitaria mediante la tecnología. Aly ofrece servicios de IA generativa que automatizan la producción de documentos médicos, como los resúmenes de alta, simplificando así los procesos administrativos y aliviando la carga del personal sanitario. Del mismo modo, Ubie ofrece servicios de preconsulta basados en IA que mejoran la eficiencia tanto de los pacientes como de los profesionales sanitarios.

En resumen, el planteamiento de Japón para mantener un acceso equitativo a la asistencia sanitaria en medio de importantes cambios demográficos implica adaptar sus políticas de seguros sanitarios, adoptar los avances tecnológicos y garantizar la estabilidad financiera de su sistema sanitario. Mientras el país sigue afrontando los retos que plantea el envejecimiento de la población, estos esfuerzos son cruciales para ofrecer una asistencia sanitaria eficaz y accesible a todos los ciudadanos.

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