Con sus presupuestos recortados en un 50% como consecuencia directa de la caída de los precios del petróleo, los hospitales públicos angoleños tienen cada vez más dificultades para hacer frente a sus obligaciones.
La caída de los precios del petróleo está teniendo un terrible impacto en la economía angoleña. Uno de los sectores más afectados es el sanitario, que está experimentando enormes dificultades.
El sistema sanitario angoleño es gratuito y está totalmente asistido por el Estado”, explica Hernando Agudelo Ospina, representante de la Organización Mundial de la Salud (OMS) en Angola.
Ante la crisis del “oro negro”, el gobierno se ha visto obligado a recortar el presupuesto asignado a los hospitales. Según Luis Bernardino, médico del Hospital Pediátrico Público de Luanda, la capital, el presupuesto se ha recortado en un 50%. También señala que en su hospital mueren 25 personas al día, la mayoría de ellas de paludismo, la principal causa de muerte en Angola, según la OMS.
Además, el país se enfrenta a la peor epidemia de fiebre amarilla de las últimas tres décadas. Según la Organización Mundial de la Salud, Angola ha registrado 258 muertes de los 618 casos confirmados. En respuesta, se organizó una campaña de vacunación masiva en Luanda, epicentro de la epidemia. Se inmunizó a seis millones de personas.