Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de África están poniendo en marcha soluciones de financiación innovadoras para impulsar la financiación sanitaria nacional entre los Estados miembros, animándoles a destinar al menos el 15% de sus presupuestos nacionales a la salud. Esta estrategia incluye la puesta a prueba de nuevos mecanismos de ingresos, aprovechando las remesas de la diáspora, y pretende que 20 países financien al menos el 50% de sus presupuestos sanitarios con fuentes sostenibles para 2030.
En medio de las difíciles condiciones económicas mundiales, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de África (CDC de África) son pioneros en soluciones de financiación innovadoras para animar a los Estados miembros a aumentar las inversiones sanitarias nacionales.
Recientemente, el CDC de África lanzó una nueva guía de financiación destinada a actualizar los planes nacionales de financiación sanitaria en 30 países. Esta iniciativa se centra en el pilotaje de mecanismos de ingresos innovadores y en la introducción de paneles de transparencia. La estrategia pide a los gobiernos que asignen al menos el 15% de sus presupuestos nacionales a la sanidad, de acuerdo con la Declaración de Abuja de 2001.
Entre los métodos de financiación innovadores propuestos se encuentran las tasas solidarias sobre los billetes de avión, el alcohol y los servicios móviles, así como el aprovechamiento de las remesas anuales de la diáspora africana, estimadas en 95.000 millones de dólares, para apoyar las prioridades sanitarias. Además, el marco aboga por la financiación mixta para atraer capital público y privado para inversiones esenciales en infraestructuras sanitarias, salud digital y producción local de vacunas.
La Fase 2, prevista para 2026-2030, pretende perfeccionar las estrategias que han tenido éxito, garantizando que al menos 20 países puedan cubrir el 50% o más de sus presupuestos sanitarios con fuentes nacionales sostenibles. El Dr. Jean Kaseya, Director General de Africa CDC, subraya que este esfuerzo consiste en la apropiación más que en la ayuda, con el objetivo de que África afirme el control sobre su seguridad sanitaria y su futuro.