El Ministerio de Sanidad de Liberia ha puesto en marcha un taller para evaluar la sostenibilidad financiera del sistema sanitario, centrándose en el Fondo de Equidad Sanitaria de Liberia y en el Plan de Seguro Social Sanitario de Liberia, con aportaciones de diversas partes interesadas sobre la necesidad de mejorar la financiación sanitaria.
El Ministerio de Sanidad de Liberia ha puesto en marcha un taller de una semana de duración destinado a evaluar y validar la sostenibilidad financiera del sistema sanitario del país, centrándose específicamente en el Fondo de Equidad Sanitaria de Liberia (LHEF) y el Plan de Seguro Social Sanitario de Liberia. Este evento reúne a responsables políticos, socios de desarrollo y funcionarios del gobierno para evaluar la política de financiación sanitaria y su viabilidad a largo plazo, subrayando el compromiso con la cobertura sanitaria universal.
En su discurso de apertura, el Viceministro Malayah T. Chieyoe hizo hincapié en que un sistema sanitario resistente es fundamental para el desarrollo nacional, afirmando: “Una población sana es la base de cualquier desarrollo.” Scarlet Longsti, de Partners in Health, elogió los esfuerzos del gobierno hacia la cobertura sanitaria universal, afirmando el apoyo continuado de su organización. Nathaniel Kwabo, Director del Gabinete, expresó que el acceso a la asistencia sanitaria es un derecho humano básico y destacó la urgente necesidad de abordar los problemas derivados de la financiación inadecuada de la asistencia sanitaria, que contribuye a muertes evitables. El representante P. Mike Jurry comprometió el apoyo de la Asamblea Legislativa para garantizar la financiación de las iniciativas sanitarias.
El Viceministro George P. Jacobs expuso el propósito de validar el análisis actuarial para el LHEF y presentó estadísticas alarmantes que indican un importante déficit de financiación en el sector sanitario de Liberia. Informó de que los pagos directos constituyen el 63% del gasto sanitario, con una necesidad real de financiación que supera los 458 millones de dólares, mientras que las contribuciones del gobierno y los donantes se quedan cortas, con 172 millones de dólares. Jacobs señaló retos críticos, como la escasez de trabajadores sanitarios cualificados, la limitada capacidad de los hospitales y las infraestructuras inadecuadas. Pidió reformas urgentes de la financiación sanitaria y mecanismos innovadores para evitar la pobreza derivada de los elevados costes de la atención sanitaria, subrayando que la vida de millones de personas depende de estos esfuerzos.