La Caja del Seguro de Enfermedad de Estonia planea para 2026 reformas para que la financiación sanitaria sea más justa y eficiente, vinculando los pagos a los médicos de familia a las enfermedades de los pacientes y a las necesidades regionales. Recortará los presupuestos de laboratorio, ampliará las pruebas preventivas y la cobertura de salud mental, y añadirá nuevos tratamientos, a pesar de enfrentarse a un déficit presupuestario de 105 millones de euros.
El Fondo del Seguro Sanitario de Estonia (EHIF) ha propuesto importantes actualizaciones de la financiación de la asistencia sanitaria y la cobertura de los servicios para 2026, centrándose en una distribución más justa de la financiación y en la eficiencia de los costes. La principal reforma actualizaría el modelo de capitación -pagos a los médicos de familia- teniendo en cuenta tanto la edad del paciente como la carga de enfermedad, creando seis categorías basadas en el riesgo. También se prevén tasas de pago separadas para las consultas independientes y de grupo, y las nuevas “tasas por distancia” tendrán en cuenta la pobreza regional y la densidad de centros, en lugar de sólo la proximidad a los hospitales.
El EHIF también tiene previsto revisar los pagos por ambulancia y consulta a distancia, ampliar la gestión de casos psiquiátricos y actualizar la cobertura de servicios de cirugía cardiaca, diagnóstico, otorrinolaringología y patología. Los topes de los servicios de laboratorio se reducirán un 15%, una medida temporal que se espera ahorre 24 millones de euros, pero que probablemente afectará a los grandes hospitales. Los centros más pequeños podrían beneficiarse a través de fondos redirigidos para la preparación de la atención de urgencias.
Se ampliarán las medidas sanitarias preventivas, incluido el cribado de la fibrosis quística neonatal a escala nacional, la ampliación del cribado piloto del cáncer de pulmón y la actualización de las pruebas del cáncer colorrectal. Se añadirá la cobertura de nuevos tratamientos contra el cáncer y las enfermedades raras, y se ampliarán los grupos de vacunación antineumocócica. A pesar de que el coste de estas reformas se estima en 5,07 millones de euros, el EHIF se enfrenta a un déficit de 105 millones de euros y a la presión de reducir el gasto manteniendo la asistencia esencial.





