La financiación sostenible de la sanidad en Nepal es crucial para lograr la Cobertura Sanitaria Universal (CSU), pero el país lucha por cumplir la recomendación de la OMS de destinar al menos el 5% de su PIB a la sanidad, dependiendo principalmente de los elevados pagos directos. Los recientes recortes en la ayuda estadounidense al desarrollo amenazan aún más las inversiones en el sector sanitario, lo que subraya la necesidad de aumentar la inversión pública y movilizar recursos de forma eficaz para garantizar un acceso equitativo a los servicios sanitarios.
La financiación sanitaria sostenible es crucial para satisfacer las demandas sanitarias de un país garantizando la disponibilidad de los recursos adecuados. Este enfoque da prioridad a la financiación estable, la asignación equitativa y la utilización eficiente para mejorar el acceso a la asistencia sanitaria y reducir al mismo tiempo la carga financiera de los ciudadanos. Al minimizar los gastos directos y garantizar una financiación a largo plazo, los países pueden mejorar la resistencia y la eficiencia de sus sistemas sanitarios. Entre los mecanismos clave para una financiación sostenible se encuentran la financiación pública, la movilización de recursos nacionales y la ayuda internacional estratégica. El aumento de la inversión pública, la gestión eficaz de los recursos, la reducción de la dependencia de los donantes externos y el aumento de los ingresos nacionales mediante impuestos y asociaciones público-privadas son estrategias esenciales para lograr la sostenibilidad de la financiación sanitaria.
Además, para mantener la accesibilidad a la atención sanitaria son fundamentales mecanismos sólidos de protección financiera, como los regímenes de seguro médico y otras redes de seguridad social. La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda que los países destinen al menos el 5% de su Producto Interior Bruto (PIB) a la sanidad. Sin embargo, Nepal no cumple esta recomendación, ya que suele destinar menos del 5% de su presupuesto nacional a la sanidad. Aunque se produjo un aumento del 8,6% en el presupuesto sanitario durante la pandemia de Covid-19, la inconsistencia de la financiación en otros ejercicios fiscales plantea retos significativos a la hora de lograr la Cobertura Sanitaria Universal (CSU), especialmente a la hora de abordar la doble carga de enfermedades transmisibles y no transmisibles.
Un problema importante en la financiación sanitaria de Nepal es la alta dependencia de los pagos de bolsillo, que constituyeron aproximadamente el 54,2% del gasto sanitario total en el ejercicio 2019-20. Por cada 100 rupias gastadas en atención sanitaria, los nepalíes contribuyen ellos mismos con 55-60 rupias, una tendencia constante en las últimas dos décadas. Esta carga financiera hace que la atención sanitaria sea especialmente inaccesible para las poblaciones más pobres y marginadas. Para hacer frente a estos retos, Nepal pretende aplicar la Política Sanitaria Nacional de 2019 y la Ley de Servicios de Salud Pública de 2018 a través del Plan Estratégico del Sector Sanitario de Nepal 2023-2030. Este plan prevé la UHC, haciendo hincapié en el aumento de la inversión pública, la gobernanza y los sistemas de financiación sostenibles centrados en la reducción de los gastos OOP.
La Estrategia de Financiación Sanitaria de Nepal 2023-2033 establece un plan para impulsar las inversiones públicas y mejorar la puesta en común de recursos para aumentar la protección financiera en materia de salud, con el objetivo de asignar un mínimo del 10% del presupuesto del sector sanitario a todos los niveles de gobierno. A pesar de estos ambiciosos objetivos, la aplicación de la estrategia se enfrenta a obstáculos, ya que requiere un fuerte compromiso político y la colaboración entre las partes interesadas multisectoriales. Además, se espera que los recientes recortes de la ayuda estadounidense al desarrollo planteen importantes retos a Nepal, que depende en gran medida de la ayuda exterior para las inversiones en el sector sanitario. Esta reducción de la financiación podría afectar gravemente a las iniciativas sanitarias esenciales, sobre todo a nivel provincial y local. A medida que otros donantes importantes cambian su enfoque hacia sectores de desarrollo más amplios, el gobierno nepalí debe recalibrar su enfoque para asegurar la financiación sanitaria necesaria y garantizar la sostenibilidad de los servicios sanitarios.