La UE planea un gravamen del 15% sobre los ingresos fiscales del tabaco de los Estados miembros, canalizando 11.200 millones de euros anuales a su presupuesto. Las nuevas y drásticas subidas de impuestos pretenden frenar el tabaquismo y ampliar los fondos, con medidas que tienen en cuenta el descenso del consumo de tabaco y los recortes previstos de los costes sanitarios.
La Unión Europea está introduciendo importantes reformas en su sistema impositivo sobre el tabaco, con el fin de generar nuevas fuentes de ingresos para su presupuesto de 2 billones de euros y promover los objetivos de salud pública. La propuesta central, conocida como Recurso Propio del Impuesto Especial sobre el Tabaco (TEDOR), destinaría el 15% de los ingresos fiscales del tabaco de cada Estado miembro directamente al presupuesto de la UE. Se prevé que esto aporte 11.200 millones de euros anuales, lo que representa casi el 20% de los 58.300 millones de euros previstos para la UE en nuevos “recursos propios” cada año, una cifra comparable a la recaudación anual del impuesto sobre el tabaco sólo de Italia. A lo largo del ciclo presupuestario de siete años de la UE, el TEDOR podría generar 78.400 millones de euros, lo que reforzaría sustancialmente áreas de gasto como la defensa.
La fórmula de TEDOR es sencilla: independientemente de lo altos o bajos que sean los tipos impositivos nacionales sobre el tabaco, cada país aporta el 15% de sus ingresos por impuestos especiales sobre el tabaco, lo que significa que la carga varía según el consumo nacional y la política fiscal. Simultáneamente, la UE está revisando su Directiva sobre la Fiscalidad del Tabaco (TED), con planes para un aumento drástico de los impuestos: un aumento del 139% sobre los cigarrillos, un aumento del 258% sobre el tabaco de liar y, por primera vez, impuestos elevados sobre nuevos productos como los cigarrillos electrónicos, el tabaco calentado y las bolsas de nicotina. Aunque TEDOR y TED son formalmente independientes, el aumento de los tipos impositivos nacionales en el marco de TED aumentará en última instancia la base impositiva de la que se extrae la cuota del 15% de la UE, con lo que indirectamente aumentarán los ingresos de la UE.
Una preocupación notable es el mercado negro. Aunque la industria tabacalera advierte de que unos impuestos más altos estimularán el comercio ilícito, la Comisión y muchos expertos sanitarios consideran que la armonización fiscal -reducir al mínimo las diferencias de tipos entre países- es más eficaz para frenar los mercados negros. Se están estudiando ajustes especiales, como un tipo impositivo más bajo para el tabaco de pipa de agua, para los sectores con gran actividad en el mercado negro.
Los defensores de la salud apoyan ampliamente estas subidas, considerándolas pasos hacia una “generación sin tabaco.” La UE estima que las previsiones de ingresos ya tienen en cuenta un descenso continuado del consumo de tabaco, lo que significa que se prevé una reducción de la base impositiva. Además, una reducción más acusada del consumo de tabaco podría ahorrar a los gobiernos de la UE 6.000 millones de euros más al año en costes sanitarios al disminuir las enfermedades relacionadas con el tabaco, lo que compensaría aún más cualquier disminución de los ingresos por impuestos especiales.