Indonesia está mejorando el seguimiento del gasto sanitario para mejorar la asignación de recursos y acelerar el avance hacia la cobertura sanitaria universal (CSU). Con el apoyo de la OMS, el Ministerio de Sanidad está adoptando herramientas avanzadas para perfeccionar el análisis del gasto y reforzar la financiación sanitaria.
En 2023, el gasto sanitario total de Indonesia alcanzó los 614,5 billones de rupias (375.500 millones de dólares), con una financiación pública del 57,4% y un gasto de bolsillo del 28,6%, lo que supone una ligera reducción respecto a 2022, pero sigue siendo relativamente alto. El gasto en atención primaria de salud (APS) aumentó un 18,3% en comparación con los niveles anteriores a la pandemia, mejorando el acceso a los servicios esenciales. Sin embargo, el gasto público en sanidad sigue siendo bajo, un 2,9% del PIB, lo que indica la necesidad de más inversiones.
Para abordar estos retos, la OMS facilitó talleres y una misión al país en 2024, reuniendo a las partes interesadas para mejorar las Cuentas Nacionales de Salud de Indonesia. Estos esfuerzos se centran en perfeccionar las metodologías de seguimiento del gasto en APS, productos farmacéuticos y enfermedades específicas, al tiempo que se mejora el seguimiento de los PNO y se incorporan los servicios de rehabilitación a las cuentas de salud.
“Esta colaboración ejemplifica la importancia de la toma de decisiones basada en datos en la financiación de la sanidad”, declaró el Dr. Donald Pardede, antiguo Asesor Principal del Ministro de Sanidad.
La presentación de Indonesia a la Base de Datos Mundial sobre Gasto Sanitario de la OMS ayudará a comparar los progresos con las normas mundiales. Reconocidos en la 19ª Reunión OMS-OCDE sobre Cuentas de Salud, los esfuerzos de Indonesia por reducir el gasto por cuenta propia y ampliar el seguro sanitario están sirviendo de ejemplo regional.
De cara al futuro, el país pretende integrar los datos del sector privado y mejorar la interoperabilidad entre los sistemas de datos sanitarios, garantizando la protección financiera y una financiación sanitaria sostenible para todos los indonesios.