El plan sueco COVID-19 de otoño de 2025 ofrece vacunas gratuitas sólo a los mayores de 75 años y a los adultos vulnerables de 18 a 74 años, excluyendo a los sanos de 65 a 74 años. Los funcionarios aducen una baja rentabilidad y una mayor inmunidad. Los expertos advierten que esto podría aumentar los riesgos. Dinamarca y varios Estados de la UE mantienen una cobertura de vacunación más amplia
Suecia ha revisado su política de vacunación COVID-19, limitando las dosis gratuitas de 2025 a las personas mayores de 75 años o de 18 a 74 años con vulnerabilidades médicas. Las personas sanas de 65-74 años quedan excluidas, a menos que las regiones garanticen la cobertura de los grupos prioritarios. El gobierno argumenta que la rentabilidad de una vacunación más amplia es baja, citando la reducción de la gravedad de la enfermedad y la alta inmunidad. Los críticos, entre ellos el virólogo Åke Lundkvist, cuestionan el umbral de edad más alto, afirmando que la inmunidad se debilita a partir de los 50 años. Los economistas también advierten que excluir a algunos ancianos puede aumentar los costes sanitarios a largo plazo de las afecciones posteriores a la COVID. En cambio, Dinamarca, Francia, Bélgica y Holanda siguen vacunando a todas las personas mayores de 60-65 años, mientras que el Reino Unido, Noruega y Finlandia siguen el planteamiento más estricto de Suecia. Esta política refleja el creciente énfasis de Suecia en la disciplina fiscal por encima de la precaución, lo que ha suscitado un debate sobre el equilibrio entre la protección de la salud y la eficiencia económica en la planificación de la respuesta a una pandemia.