A partir del año que viene, los pacientes se beneficiarán de un acceso más rápido a los servicios sanitarios, mientras que los profesionales de la salud experimentarán una reducción de la carga de trabajo administrativo y un aumento de los salarios. Estas reformas también pretenden mejorar la disponibilidad de antibióticos y suministros médicos esenciales para el público.
A partir del 1 de enero, los antibióticos esenciales, que antes sólo se reembolsaban parcialmente a los niños y grupos vulnerables, pasarán a reembolsarse totalmente a todos los pacientes que cumplan los requisitos. Los médicos podrán recetar estos antibióticos, incluidos en la lista A de medicamentos reembolsables, a quienes cumplan los criterios médicos adecuados. Los antibióticos estarán disponibles para tratar afecciones como infecciones agudas de las vías respiratorias superiores, bronquitis aguda, infecciones de oído, enfermedades bacterianas, endocarditis e infecciones cutáneas o subcutáneas, entre otras.
El Fondo del Seguro Médico Obligatorio (CHIF ) aumentará la cobertura de los principales dispositivos y equipos médicos. Esto incluye tasas de reembolso más elevadas para audífonos, prótesis oculares y aparatos de ortodoncia. Además, el alquiler de bombas de insulina para pacientes con diabetes tipo 1 -esencialespara la atención domiciliaria- se reembolsará con tarifas mejoradas.
También se racionalizarán los procedimientos administrativos para mejorar la eficiencia del servicio. Los pacientes con enfermedades crónicas sufrirán menos retrasos, pues ya no necesitarán remisiones repetidas para el seguimiento sanitario a largo plazo. Los médicos de familia remitirán a los especialistas una sola vez, lo que simplificará el proceso y reducirá el papeleo de los profesionales sanitarios.
Para mejorar aún más el acceso a la asistencia, se facultará a enfermeras y matronas para que realicen consultas directas. Tendrán autoridad para prescribir pruebas, interpretar resultados, asesorar sobre estrategias de autocontrol y orientar a los pacientes en el uso de medicamentos. Se espera que este cambio ayude a reducir los tiempos de espera en las consultas de los médicos generalistas (MG). Los médicos de cabecera u otros miembros del equipo evaluarán y derivarán a los pacientes a enfermeras o matronas en función de la naturaleza de sus necesidades sanitarias.
Por último, el personal sanitario, incluidos médicos y enfermeros, recibirá el año que viene un aumento salarial medio de al menos el 10%. Esto es posible gracias al aumento de los precios base de los servicios sanitarios personales, introducido por el ministro de Sanidad el 1 de noviembre. Las instituciones sanitarias recibirán financiación adicional del Fondo de Servicios Sanitarios Personales (PSDF), lo que les permitirá aumentar los salarios del personal y mejorar la capacidad general de los servicios.