En 2021, 4.500 millones de personas -la mitad de la población mundial- no estaban cubiertas por los servicios sanitarios esenciales, según un informe de la Organización Mundial de la Salud y el Banco Mundial.
El informe, titulado“Seguimiento de la Cobertura Sanitaria Universal: Informe de Seguimiento Mundial 2023“, muestra que entre 2000 y 2021, el Índice de Cobertura de Servicios (ICS) mundial de la CSU aumentó de 45 a 68 sobre 100. Sin embargo, desde 2015, el progreso se ha estancado, y 108 de 194 países han experimentado un empeoramiento o ninguna mejora significativa en la cobertura de servicios. La pandemia de COVID-19 dificultó aún más los avances, ya que los recursos sanitarios se reorientaron a la gestión de la crisis.
El informe destaca dos métricas clave: el Índice de Cobertura de Servicios de la UHC y el gasto sanitario catastrófico de bolsillo (OOP). Se produce un gasto catastrófico cuando una persona destina más del 10% de su presupuesto familiar a gastos sanitarios, lo que le ocasiona dificultades económicas. En 2019, más de 1.000 millones de personas se enfrentaron a esta forma de presión económica, y 344 millones vivían en la pobreza extrema. Desde el año 2000, el número de personas con dificultades económicas debidas al gasto sanitario ha aumentado un 76%.
El artículo del Foro Económico Mundial sugiere que abordar los retos sanitarios implica transformar los sistemas sanitarios, fomentar la innovación y garantizar la sostenibilidad medioambiental global, con la equidad como base. Los esfuerzos para lograr la cobertura sanitaria universal incluyen la formación de redes como la Red Mundial de Equidad Sanitaria y el fomento de la transformación digital de la asistencia sanitaria para mejorar la eficiencia y el acceso.