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Los hospitales privados suspenden sus servicios para los afiliados al seguro médico de la India, dejando a millones de personas sin atención médica - P4H Network

Los hospitales privados suspenden sus servicios para los afiliados al seguro médico de la India, dejando a millones de personas sin atención médica

El plan de seguro médico insignia de la India, el PM-JAY, se encuentra bajo presión, ya que 650 hospitales de Haryana suspenden sus servicios por impagos de ₹490 millones de rupias, dejando sin acceso a 18 millones de personas. En J&K, la escasez de hospitales y los retrasos en los pagos agravan las deficiencias de acceso. Los pacientes se enfrentan a deudas, retrasos y una frágil cobertura sanitaria.

A principios de este mes, Sunita, de 22 años, se enfrentó a una realidad desoladora cuando su padre sufrió una emergencia cardiaca. Esperaba recibir cobertura del Ayushman Bharat-Pradhan Mantri Jan Arogya Yojana (PM-JAY) del gobierno, que promete hasta 5 lakh en gastos hospitalarios por familia, pero le dijeron que el hospital privado de Haryana había dejado de admitir a pacientes del plan. El motivo eran los impagos del gobierno durante meses, parte de un bloqueo mayor que ha hecho que 650 hospitales privados de Haryana hayan suspendido los servicios del PM-JAY. Con casi 490 millones de rupias pendientes de reembolso, los hospitales privados alegan que los retrasos de entre seis y nueve meses han hecho imposible cubrir los costes de salarios, medicamentos, servicios públicos y operaciones diarias. Como consecuencia, unos 18 millones de residentes pobres del estado se han visto privados de tratamientos vitales ofrecidos en centros privados.

La suspensión en Haryana pone de manifiesto un problema más profundo del programa PM-JAY a escala nacional. Introducido en 2018 como el mayor programa de seguro médico del mundo financiado con fondos públicos para el 40% de los hogares más pobres de la India, pretende garantizar el tratamiento sin dinero en efectivo en más de 25.000 hospitales. Sin embargo, su aplicación desigual en los distintos estados ha puesto de manifiesto graves deficiencias: lentitud en los reembolsos, bajas tarifas de los paquetes, menor participación de los hospitales privados y denuncias de fraude. En Haryana, los hospitales se quejan de que las tarifas del Paquete de Prestaciones Sanitarias (PBS) fijadas por el gobierno no reflejan el aumento de los costes médicos, mientras que las autoridades acusan a los hospitales de inflar las facturas y presentar reclamaciones cuestionables, justificando así el escrutinio y los retrasos en los pagos.

Para los pacientes, sin embargo, las consecuencias son inmediatas y dolorosas. Familias como la de Sunita, que sólo ganan 10.000 yenes al mes, se endeudan cuando buscan tratamiento en hospitales mal equipados o recurren a la asistencia privada sin cobertura del sistema. Mientras tanto, los centros públicos están saturados de pacientes, lo que provoca largos tiempos de espera y recursos desbordados. En distritos como Rohtak, los pacientes que necesitan incluso una intervención quirúrgica rutinaria llevan meses esperando.

En otros lugares, sobre todo en Jammu y Cachemira, el PM-JAY ha tenido que enfrentarse a retos diferentes pero relacionados. La región tiene menos de 130 hospitales privados concertados, frente a los 650 de Haryana, lo que deja a la mayoría de la población con pocas opciones. Los proveedores son reacios a participar, alegando procedimientos engorrosos de empanelamiento, bajas tasas de reembolso y retrasos en la liquidación de siniestros que superan los seis meses. A menudo, los pacientes deben recorrer largas distancias, incluso a través de las fronteras estatales, para recibir un tratamiento elegible, lo que añade cargas económicas y físicas. Para personas como Naseema, de Kupwara, diagnosticada de cáncer de mama, estas lagunas suponen agotar los ahorros simplemente para acceder a una intervención quirúrgica en la lejana Srinagar.

Los expertos sostienen que estas crisis reflejan la fragilidad de la colaboración público-privada en la sanidad india. El sistema depende de los reembolsos puntuales del gobierno, pero cuando los pagos se estancan, la participación privada se desploma. El Instituto Swiss Re advierte que India se enfrenta a una de las mayores “brechas de protección sanitaria” del mundo, ya que el gasto de bolsillo sigue representando más de la mitad de todos los gastos médicos. Estudios recientes muestran que casi el 28-30% de los hogares indios afrontan gastos sanitarios catastróficos, muy lejos del objetivo de la Política Sanitaria Nacional del gobierno de reducir esta carga al 25% para 2025.

Aunque el gasto público en sanidad ha aumentado modestamente, alcanzando el 1,84% del PIB en 2021-22, sigue siendo insuficiente para cubrir las crecientes necesidades. Las crisis que se están desencadenando en Haryana y Jammu y Cachemira revelan cómo un plan enmarcado como un paso hacia la cobertura sanitaria universal corre el riesgo de convertirse en una red de seguridad de parches que falla durante las emergencias. Para familias como la de Sunita, la brecha entre la promesa y la prestación significa caer en la deuda y la incertidumbre, dejando sin resolver la cuestión central: ¿puede el PM-JAY proteger realmente a los pobres de la India, o seguirá siendo un frágil salvavidas?

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