Un nuevo análisis de Think Global Health sostiene que los impuestos sanitarios sobre el tabaco, el alcohol y las bebidas azucaradas podrían salvar vidas, generar ingresos y reforzar los sistemas sanitarios de África.
Los gobiernos africanos se enfrentan a crecientes presiones sanitarias y fiscales, y un nuevo artículo de Think Global Health destaca los impuestos sanitarios como una vía práctica para avanzar. En la reciente Cumbre sobre la Soberanía Sanitaria en África, celebrada en Ghana, el Director General de la OMS, Dr. Tedros Adhanom Ghebreyesus, instó a los países a “trazar un nuevo rumbo para la financiación sanitaria”, señalando los impuestos sobre el alcohol, el tabaco y las bebidas azucaradas como herramientas poderosas pero infrautilizadas.
Las enfermedades no transmisibles ya causan el 37% de las muertes en todo el continente, pero los sistemas sanitarios siguen mal equipados para responder. La disminución de la ayuda de los donantes -que se prevé que caiga un 70% entre 2021 y 2025- ha puesto aún más a prueba los servicios. Los impuestos sanitarios, señala el artículo, ofrecen una “triple victoria”: frenar el consumo nocivo, salvar vidas y aumentar los ingresos. Un aumento del 50% de los precios mediante impuestos podría generar 2,1 billones de dólares en cinco años para los países de ingresos bajos y medios, lo que equivale al 40% del gasto sanitario actual.
A pesar de este potencial, menos del 5% de los países africanos cumplen los umbrales fiscales de la OMS. Los casos de éxito de Ghana, Kenia y Sudáfrica demuestran lo que es posible cuando los gobiernos superan la interferencia de la industria y actúan con decisión. El artículo concluye que la ampliación de los impuestos sanitarios podría ayudar a las naciones africanas a alcanzar la soberanía económica al tiempo que protegen la salud pública.