Un cambio hacia la financiación en moneda local está ayudando a los sectores de saneamiento desatendidos a acceder al capital, gestionar el riesgo y ampliar el impacto. Nigeria ofrece un caso convincente, pero el modelo tiene potencial mundial.
A medida que la financiación del desarrollo se adapta a los nuevos retos mundiales, va surgiendo un consenso cada vez mayor: los préstamos en moneda local son fundamentales para desbloquear sistemas de saneamiento sostenibles en los países de ingresos bajos y medios. En un reciente informe de Devex los autores Cecilia Akintomide y Tony Okpanachi sostienen que financiar el saneamiento en moneda local hace más viables las inversiones esenciales, especialmente para las pequeñas empresas y las comunidades vulnerables a las crisis cambiarias.
El saneamiento -a menudoignorado en la financiación del desarrollo- es fundamental para la salud, la equidad y la resistencia al cambio climático. Los sistemas tradicionales a gran escala rara vez llegan a las zonas remotas, por lo que las opciones de saneamiento sin alcantarillado carecen de financiación suficiente. Sin embargo, estos enfoques descentralizados crean empleo, mejoran la salud pública y apoyan el crecimiento integrador. Sin embargo, cuando se financian en divisas, estos proyectos se enfrentan a un mayor riesgo financiero, especialmente en las economías frágiles.
La asociación de Nigeria entre el Fondo de Saneamiento e Higiene de la ONU y el Banco de Desarrollo de Nigeria ofrece una alternativa prometedora. Al apoyar a los bancos y empresarios locales con asistencia técnica y préstamos en moneda local, el modelo mejora el acceso al capital y la sostenibilidad de los proyectos. Este enfoque, señalan los autores, es replicable a escala mundial y ofrece lecciones para la financiación de otros sectores esenciales.
El modelo ejemplifica cómo la financiación del desarrollo puede adaptarse mejor a las realidades locales, utilizando la financiación mixta, la colaboración público-privada y las estrategias nacionales para obtener resultados. A medida que se reimaginan los sistemas mundiales de financiación, esta iniciativa ofrece un marco reproducible para movilizar capital en otros sectores de alto impacto y escasa financiación, además del saneamiento, en los PBI y los PIM.