El gasto público en atención sanitaria en Sudáfrica ha disminuido considerablemente en los últimos años, y los planes del Seguro Nacional de Salud (SNS) se enfrentan a dificultades debido a la priorización del servicio de la deuda sobre los servicios esenciales.
En los últimos años, el gasto público en atención sanitaria en Sudáfrica ha disminuido considerablemente, poniendo en peligro la viabilidad de los planes del Seguro Nacional de Salud (SNS). Los datos de The Outlier revelan que la financiación de la sanidad, que en 2017 era la segunda mayor asignación del presupuesto gubernamental, cayó al cuarto lugar en 2025. El ministro de Finanzas, Enoch Godongwana, destacó que una parte sustancial del presupuesto se dedica al servicio de la deuda nacional, que consume 22 céntimos de cada rand recaudado en ingresos.
En el ejercicio 2025/26, se prevé que el gobierno gaste 1.100 millones de rands diarios en el servicio de la deuda, cifra que aumentará a 1.300 millones de rands en el ejercicio 2027/28. Este gasto supera lo asignado a sanidad, policía y educación juntas. El sector de la educación básica recibió una parte mayor del presupuesto que la sanidad, lo que refleja que el gobierno da prioridad a la deuda sobre los servicios esenciales. Aunque el presupuesto de sanidad experimentó un ligero aumento del 7,8%, se consideró insuficiente, sobre todo teniendo en cuenta que el sistema sanitario público perdió casi 9.000 trabajadores sanitarios el año pasado debido a las restricciones financieras.
El Ministro de Sanidad, Dr. Aaron Motsoaledi, subrayó que las medidas de austeridad han limitado gravemente la capacidad de contratar más profesionales sanitarios, lo que afecta a la prestación de servicios. El plan gubernamental del NHI pretende proporcionar una cobertura sanitaria universal, pero se enfrenta a críticas sobre su viabilidad, modelo de financiación y posibles restricciones a los planes privados de asistencia médica. Los críticos dudan de las conservadoras estimaciones de costes del gobierno para el NHI, sugiriendo que los costes reales pueden ser significativamente más altos en función del nivel de atención ofrecido. El Departamento de Sanidad prevé un gasto anual de unos 200.000 millones de rands para el NHI, pero las evaluaciones del sector privado indican que igualar la calidad de la asistencia del sector privado para todos los sudafricanos podría costar más de 1,3 billones de rands al año. Esta realidad financiera hace temer por la sostenibilidad del NHI.