Las medidas del sistema sanitario puestas en marcha en Irlanda para contener la propagación del COVID-19 son:
El sistema sanitario irlandés ya estaba experimentando importantes retos al inicio del brote de COVID-19, pero se están poniendo en marcha una serie de medidas para apoyar la prestación de servicios sanitarios en este momento crítico. Entre ellas figuran el acuerdo con los médicos de cabecera para garantizar que el coste no sea un obstáculo para acceder a los servicios, la utilización de la capacidad de los hospitales privados y la ampliación de la capacidad tanto de agudos como de la comunidad.
El Gobierno ha asignado fondos adicionales al Health Service Executive (Ejecutivo de Servicios de Salud) para mejorar la capacidad de los servicios sanitarios, lo que incluye utilizar la capacidad de los hospitales privados, aumentar la dotación de personal y las horas extraordinarias, desarrollar pruebas a domicilio y soluciones de gestión a distancia para pacientes con enfermedades leves e impulsar la concienciación de la comunidad y las acciones preventivas. El paquete también se utilizará para promover un mayor uso de la tecnología y la asistencia telefónica. Se están estudiando otras medidas sanitarias de escala financiera similar.
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