Las medidas del sistema sanitario puestas en marcha en la República Checa para contener la propagación del COVID-19 son:
A partir del 16 de marzo de 2020, el Gobierno ha prohibido a todos los médicos, dentistas, farmacéuticos y personal sanitario disfrutar de sus vacaciones durante la emergencia
– retirado el 09 de abril.
El Ministerio de Hacienda anunció el 4 de marzo que empezaría a regular los precios de las mascarillas respiratorias protectoras (clase FFP3) y prohibió su exportación y venta al público en general.
Se ha ordenado a todos los centros de atención hospitalaria de agudos que asignen la máxima capacidad posible de camas a los pacientes COVID-19, incluida la provisión del personal necesario y las condiciones de seguridad apropiadas.
Los estudiantes de medicina de los dos últimos años de carrera y los estudiantes de los dos últimos años de las escuelas de enfermería fueron llamados a colaborar en la prestación de servicios sanitarios.
Se ha prohibido la exportación de drogas desde la República Checa.
Se ordenó aplazar las intervenciones quirúrgicas programadas que pudieran retrasarse.
Con el fin de aumentar la capacidad del sistema sanitario, se propuso un proyecto de ley (6 de abril, pendiente de aprobación parlamentaria) para que el personal médico extracomunitario sin titulación homologada pueda trabajar en los hospitales checos durante el tiempo que dure la crisis e inmediatamente después.
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