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Qué debe hacer Kenia para afrontar los problemas de financiación de la sanidad - P4H Network

Qué debe hacer Kenia para afrontar los problemas de financiación de la sanidad

La reciente suspensión de la ayuda exterior estadounidense supone una importante amenaza para el sector sanitario de Kenia, pues pone en peligro el acceso a servicios vitales. Sin embargo, este reto también supone una oportunidad para que Kenia mejore su capacidad de recuperación en materia de sanidad.

La reciente suspensión de la ayuda exterior a Kenia ha suscitado una gran preocupación en relación con el sector del desarrollo y la sostenibilidad de los programas apoyados por los donantes, especialmente en el sector sanitario. Históricamente, la ayuda del gobierno estadounidense ha sido una piedra angular del apoyo sanitario en Kenia, financiando la investigación en salud pública, la prestación de servicios, la formación sanitaria y el desarrollo de políticas. La suspensión amenaza el presupuesto del sector sanitario y podría impedir el avance de Kenia hacia la consecución de la cobertura sanitaria universal (CSU).

Los datos del Ministerio de Sanidad revelan que el gobierno estadounidense ha sido el principal financiador de actividades sanitarias entre los donantes, aportando más del 60% de toda la ayuda exterior al sector sanitario, y hasta el 71% en algunos años. Por ejemplo, entre los ejercicios 2017 y 2019, más del 70% de los fondos estadounidenses se destinaron a servicios relacionados con el VIH, mientras que una parte menor apoyó la tuberculosis, la malaria y las vacunaciones.

La reducción de la financiación estadounidense supone un grave riesgo para los servicios sanitarios y pone en peligro los objetivos de la cobertura sanitaria universal, a menos que se identifiquen fuentes de financiación alternativas. Un informe del Banco Mundial publicado en 2019 destacaba los déficits de financiación existentes en áreas sanitarias clave, incluido un déficit estimado de 4.500 millones de USD para los servicios relacionados con el VIH. La interrupción de la ayuda estadounidense dejaría vulnerables a muchos pacientes; aproximadamente 1,3 millones de kenianos que viven con el VIH podrían perder el acceso a los tratamientos antirretrovirales (ARV), mientras que miles de niños huérfanos y vulnerables corren el riesgo de ser abandonados por falta de apoyo.

A pesar de estos retos, la suspensión también representa una oportunidad para que Kenia disminuya su dependencia de la financiación externa y aumente su capacidad de recuperación en materia de sanidad. Entre las estrategias clave se incluye el aumento de la financiación sanitaria nacional mediante la reasignación de recursos en los presupuestos nacionales y de los condados. El gobierno podría acelerar la integración de los programas dependientes de donantes, como los servicios de VIH, en los sistemas estándar de prestación de asistencia sanitaria. Esta integración reduciría la necesidad de clínicas y laboratorios separados, optimizando el uso de unos recursos limitados.

A medio plazo, el gobierno keniata debería buscar en el sector privado financiación adicional para la sanidad a través de asociaciones público-privadas. Explorar mecanismos de financiación innovadores y potenciar la Autoridad de Suministros Médicos de Kenia también podría reforzar la asequibilidad y accesibilidad de la atención sanitaria. Centrándose en la fabricación local de productos farmacéuticos, Kenia puede reducir su dependencia de los costosos productos importados.

Además, invertir en atención sanitaria de base comunitaria y en servicios sanitarios primarios reduciría los costes generales de la atención, mientras que diversificar las fuentes de financiación internacional puede mitigar los riesgos asociados a la dependencia de un único donante.

En resumen, aunque la suspensión temporal del apoyo estadounidense amenaza significativamente al sector sanitario de Kenia, también ofrece una coyuntura crítica para que la nación refuerce sus sistemas sanitarios, innove las estrategias de financiación y aspire a un enfoque más autosuficiente y resistente de la prestación de servicios sanitarios. Centrándose en la movilización de recursos nacionales, integrando los servicios y fomentando las asociaciones con el sector privado, Kenia puede allanar el camino hacia un sistema sanitario sólido y equitativo que promueva el bienestar de todos sus ciudadanos.

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