La Resolución 72 de Vietnam establece importantes reformas de la asistencia sanitaria, centradas en la prevención y la atención primaria. Para 2030, los centros de las comunas contarán con todo el personal necesario, los gastos esenciales estarán cubiertos por un seguro y se habrá ampliado la sanidad digital. Los incentivos, la formación y la ética pretenden construir un sistema justo, sostenible y centrado en las personas.
La Resolución 72 del Partido Comunista de Việt Nam establece una visión integral para transformar el sistema sanitario del país, que refleja décadas de atención constante del Partido y el Estado a la salud pública. Pretende garantizar una asistencia sanitaria equitativa y de alta calidad para todos los ciudadanos y sitúa la asistencia sanitaria firmemente dentro de la política de desarrollo nacional. A pesar de los logros, el sector sigue enfrentándose a limitaciones, lo que exige avances en el pensamiento, las estructuras y la práctica. El Secretario General del Partido, Tô Lâm, el Primer Ministro, Phạm Minh Chính, y otros altos dirigentes han pedido una reforma fundamental, y la Resolución 72 hace hincapié en la innovación, la prevención y el fortalecimiento de la atención primaria.
Un impulso clave es el paso del tratamiento a la prevención, haciendo de la medicina preventiva y los puestos sanitarios de base la base de la prestación de asistencia sanitaria. Para 2030, todos los puestos de salud de las comunas estarán dotados de personal según las normas oficiales, con la ayuda de políticas preferenciales para médicos y comadronas en zonas desatendidas. A partir de 2025, se destinarán al menos 1.000 médicos al año a las comunas, y se aumentará gradualmente el personal permanente. Se da prioridad a la formación, con nuevos programas para médicos dedicados a regiones remotas, fronterizas e insulares, junto con la ampliación de las facultades de medicina regionales.
También se mejorarán las infraestructuras y el equipamiento. Se dotará a todos los centros de salud de las comunas de instalaciones esenciales, medicamentos y vacunas, y se ampliará la producción nacional de vacunas, tanto para asegurar los programas de inmunización como para prepararse ante enfermedades emergentes. Desde el punto de vista financiero, los servicios de base seguirán estando financiados principalmente por el Estado, y las cotizaciones sociales complementarán los recursos para los grupos desfavorecidos y los servicios especializados, como psiquiatría y urgencias.
Quizá la política más esperada sea la iniciativa de “tarifas hospitalarias gratuitas”. Para 2030, los gastos sanitarios esenciales estarán cubiertos por el seguro de enfermedad, y los ciudadanos tendrán derecho al menos a una revisión anual gratuita a partir de 2026. El Estado y los fondos del seguro cubrirán los servicios sanitarios básicos, sobre todo para los grupos vulnerables, mientras que se aplicará el copago a los tratamientos no esenciales o de alta demanda para garantizar tanto la equidad como la eficiencia. Este planteamiento establece el seguro sanitario universal como columna vertebral de la protección financiera, reduciendo los pagos directos, permitiendo una detección más temprana de las enfermedades y garantizando que los riesgos se compartan equitativamente en toda la sociedad. Refleja una política sanitaria humana y centrada en las personas, aunque no un sistema gratuito ilimitado.
La Resolución 72 también reconoce a los trabajadores sanitarios como la columna vertebral de la reforma. Se prevén políticas revolucionarias en materia de formación, ética e incentivos. Se invertirá en facultades de medicina de alta calidad, con becas para estudiantes comprometidos con el servicio de base. Se aplicarán escalas salariales preferentes a los profesionales de la medicina preventiva, mientras que se ofrecerán subsidios por dificultades económicas de hasta el 100% a quienes trabajen en las regiones más desfavorecidas. La resolución también hace hincapié en reforzar la ética médica y mejorar las condiciones de trabajo para aumentar la satisfacción laboral, con nuevas normas que vinculen la gestión y la remuneración a la calidad del servicio al paciente.
La aplicación se guiará por un liderazgo fuerte y voluntad política. El Ministerio de Sanidad está preparando nueva legislación sobre población, prevención de enfermedades, seguridad alimentaria, productos sanitarios y medicina tradicional, así como decretos sobre formación y prestaciones del personal sanitario. Los proyectos emblemáticos de 2026 a 2035 abarcarán la atención prehospitalaria de urgencia, los centros sanitarios especializados, el turismo médico, los programas de vacunación y la digitalización a escala nacional. La historia clínica electrónica y una base de datos sanitaria integrada modernizarán la prestación de servicios, mientras que las campañas de comunicación movilizarán la participación ciudadana.
Así pues, la Resolución 72 marca un punto de inflexión decisivo en la trayectoria sanitaria de Việt Nam. Al abordar los recursos humanos, las infraestructuras, la financiación, la medicina preventiva y la transformación digital, pretende desbloquear los cuellos de botella sistémicos. Con un firme compromiso del Partido y del Estado, un amplio consenso social y una aplicación eficaz, sitúa a Vietnam en la senda hacia una población más sana y longeva y un sistema sanitario justo, sostenible y moderno para 2030 y más allá.