Reforzar la financiación de la sanidad pública es esencial para reducir las desigualdades y construir sistemas de atención primaria eficaces y orientados a la equidad, afirma el Dr. Eddy Pérez-Then en un nuevo análisis.
Una financiación adecuada es un factor crítico para determinar la eficacia y la equidad de los sistemas sanitarios, argumenta el Dr. Eddy Pérez-Then en un reciente análisis publicado en DiarioSalud. Destaca que un gasto público sostenido y redistributivo puede eliminar las barreras económicas, garantizando la cobertura sanitaria universal y una sólida atención primaria de salud (APS). Países como Costa Rica, Tailandia y Brasil ejemplifican cómo las inversiones estratégicas en APS pueden mejorar el acceso y reducir las desigualdades sanitarias.
El Dr. Pérez-Then advierte de que una financiación insuficiente o mal asignada agrava las deficiencias, sobre todo para los grupos marginados, como las comunidades rurales e indígenas. Los sistemas que dependen en gran medida de mecanismos de mercado o copagos suelen dejar atrás a las poblaciones vulnerables. Contrasta el sistema universal basado en impuestos de Brasil con el enfoque segmentado de Chile, donde las disparidades de acceso basadas en los ingresos persisten a pesar de las reformas.
Para que la APS funcione eficazmente, los países deben aumentar y estabilizar el gasto público, reducir los gastos directos y unificar las estructuras de financiación fragmentadas. El Dr. Pérez-Then concluye que la financiación de la sanidad no es sólo una necesidad técnica, sino un imperativo ético de justicia social. Reforzar la APS mediante una financiación equitativa sienta las bases de sistemas resistentes capaces de hacer frente tanto a las necesidades sanitarias cotidianas como a crisis como la COVID-19.