Un nuevo artículo de Think Global Health reclama una tasa de género sobre los impuestos del tabaco y el alcohol para financiar una salud inteligente desde el punto de vista del género, combatir las ENT y hacer frente a la manipulación de las normas de género por parte de la industria.
Un reciente artículo publicado en Think Global Health por Kent Buse, Jeni Klugman y Elhadj As Sy propone destinar los impuestos de los productos perjudiciales para la salud, como el tabaco y el alcohol, a financiar la equidad de género en la salud. Los autores argumentan que las industrias han explotado durante mucho tiempo los estereotipos de género para promocionar productos perjudiciales, afectando desproporcionadamente a las mujeres y a los grupos desatendidos, sobre todo en los países de ingresos bajos y medios.
Desde la marca “feminizada” del alcohol hasta la comercialización de cigarrillos como símbolos de liberación, la publicidad sexista alimenta las enfermedades no transmisibles (ENT), al tiempo que deja de lado a las mujeres en el diagnóstico y la atención. El artículo destaca ejemplos de India, Kenia y Nigeria, donde las empresas utilizan tácticas de género específicas para aumentar el consumo, a menudo con escasa responsabilidad pública. Mientras tanto, la financiación de la salud pública centrada en el género sigue estando crónicamente infradotada de recursos.
Para contrarrestar esta situación, los autores abogan por una tasa de género: utilizar los ingresos de los impuestos existentes sobre el pecado para financiar políticas sanitarias y sistemas de datos que tengan en cuenta el género. Basándose en modelos como el de la Fundación ThaiHealth de Tailandia y la Tasa de la Industria de Bebidas Refrescantes del Reino Unido, sostienen que este enfoque podría reforzar la prevención de las ENT al tiempo que promueve la justicia. Como dicen los autores: si las industrias pueden explotar el género para obtener beneficios, los gobiernos pueden aprovechar los impuestos para proteger y empoderar.