La trayectoria del país hacia la cobertura sanitaria universal (CSU) comenzó con la introducción de la Ley del Seguro Sanitario en 1922, seguida del primer régimen de seguro sanitario universal de Japón, el Seguro Sanitario de los Empleados, implantado en 1927. Los objetivos de cobertura sanitaria universal se alcanzaron en 1961. En la actualidad, Japón es famoso por su sistema de protección sociosanitaria, muy desarrollado, que ofrece un amplio conjunto de prestaciones, determinadas y aprobadas por el gobierno nacional.
El envejecimiento de la población japonesa aumenta los costes sanitarios
El rápido envejecimiento de la población japonesa está poniendo a prueba el sistema sanitario, con un gasto en salud que se eleva a casi el 11% del PIB, uno de los más altos entre los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico. El sistema sanitario se financia con las cotizaciones de los asegurados y con copagos que dependen del tipo de seguro y de las características sociodemográficas de los asegurados. La mayor parte de la financiación procede de las cotizaciones (49% del gasto sanitario corriente (GCS)), seguida del gasto público (38% del GCS) y del gasto de bolsillo (13% del GCS).
La tasa de cobertura del seguro médico es del 100% en Japón y cubre más de 5.000 procedimientos médicos, cuidados dentales y medicamentos. En Japón existen dos grandes tipos de regímenes de seguros: El Seguro de Enfermedad de los Trabajadores por Cuenta Ajena y el Seguro Nacional de Enfermedad (SNS). La mayoría de la población, el 58,69%, está cubierta por el Seguro de Enfermedad de los Empleados; el 28,31%, por el NHI; y el 12,42%, por el recientemente introducido sistema de atención médica tardía para ancianos.
Sostenibilidad financiera sin reducir la protección financiera
A pesar de estos logros, están surgiendo retos debido al crecimiento negativo de la población y la baja tasa de fertilidad, el envejecimiento de la población, la contracción de la economía y el aumento de la tasa de desempleo. La carga de morbilidad de enfermedades no transmisibles y degenerativas ha ido en aumento en las últimas décadas. Estas realidades ponen a prueba el sistema nacional de salud, especialmente la prestación de servicios y la financiación.
Visión de Japón: Asistencia Sanitaria 2035 pretende construir un sistema sanitario sostenible que ofrezca mejores resultados sanitarios mediante una asistencia que responda y sea equitativa para cada miembro de la sociedad y que contribuya a la prosperidad de Japón y del mundo.