Un análisis de cómo los paquetes esenciales de servicios sanitarios (PESS) pueden (o no) ayudar a fomentar más y mejores sistemas de financiación sanitaria.
Resumen
Los SSPA pueden contribuir a la financiación de la cobertura sanitaria universal (CSU) a través de varias vías. En general, las expectativas sobre lo que un EPHS puede lograr para la financiación sanitaria son altas, pero las partes interesadas rara vez detallan los mecanismos para alcanzar los resultados deseados. Este documento analiza cómo se relacionan los SSPA con las tres funciones de financiación sanitaria (recaudación de ingresos, mancomunación de riesgos y compras) y con la gestión de las finanzas públicas (GFP).
La revisión de las experiencias de los países realizada por el BMJ concluyó que el uso del EPHS para movilizar directamente fondos para la salud rara vez ha sido eficaz. Indirectamente, el EPHS puede traducirse en un aumento de los ingresos a través de medidas fiscales, incluidos los impuestos sanitarios. Mediante la mejora del diálogo con las autoridades responsables de las finanzas públicas, los responsables de las políticas sanitarias pueden utilizar los EPHS o los paquetes de prestaciones sanitarias para comunicar el valor del gasto público adicional relacionado con los indicadores de la CSU. En general, sin embargo, aún están pendientes las pruebas empíricas sobre la contribución del SPE a la movilización de recursos. Los ejercicios de desarrollo de los SSES han tenido más éxito a la hora de fomentar la puesta en común de recursos entre los distintos regímenes: Los EPHS pueden ayudar a comparar el rendimiento de los regímenes de cobertura, lo que en ocasiones conduce a la armonización de las intervenciones de cobertura sanitaria universal y a la identificación de lagunas entre la financiación sanitaria y la prestación de servicios.
El desarrollo y las revisiones iterativas de los EPHS desempeñan un papel esencial en las principales actividades estratégicas de compra a medida que los países desarrollan su capacidad de evaluación de tecnologías sanitarias. En última instancia, los paquetes deben traducirse en créditos de financiación pública adecuados a través del diseño de los programas sanitarios nacionales, garantizando que los flujos de financiación aborden directamente los obstáculos al aumento de la cobertura.