La Ley de Organización de los Servicios Sanitarios, aprobada el 09.05.2001 (RT I 2001, 50, 284), está en vigor desde el 01.01.2002, y fue modificada por última vez el 18.10.2024. La ley estipula la organización y los requisitos para la prestación de servicios sanitarios y el procedimiento de gestión, financiación y control de la asistencia sanitaria. Define temas clave como el servicio de asistencia sanitaria, el trabajador sanitario, el paciente, la seguridad del paciente y la calidad de la asistencia sanitaria y otros conceptos y conceptos importantes del sistema sanitario.
La ley define conceptos clave fundamentales para el sistema sanitario, entre ellos:
Servicios de asistencia sanitaria: Abarcan los reconocimientos médicos, el diagnóstico, el tratamiento, la enfermería y los servicios de rehabilitación prestados para mantener o restablecer la salud de una persona.
Trabajador sanitario: Incluye a todos los profesionales licenciados, como médicos, enfermeros y otro personal médico, que están autorizados a prestar servicios de asistencia sanitaria.
El Paciente: Definido como un individuo que busca, recibe o ha recibido servicios sanitarios.
Seguridad del paciente: Principio básico que garantiza que los servicios sanitarios se prestan sin causar daños a los pacientes.
Calidad de la Asistencia Sanitaria: Hace hincapié en la adhesión a las mejores prácticas, el cumplimiento de las normas médicas y las mejoras continuas en la prestación de asistencia para satisfacer las necesidades de los pacientes.
La Ley describe la estructura organizativa de los servicios sanitarios, incluidas las funciones de las instituciones públicas, los proveedores privados y los organismos gubernamentales para garantizar la accesibilidad y la asequibilidad. También establece mecanismos de financiación, garantizando que los recursos se asignen eficazmente para apoyar la prestación de asistencia sanitaria.
Un componente crucial de la ley es el énfasis en la supervisión y la regulación, que incluye la inspección de las instituciones sanitarias, los procesos de acreditación y los mecanismos para hacer frente a las infracciones o a la atención deficiente. Estas disposiciones pretenden mantener unos niveles elevados y la confianza pública en el sistema sanitario.
En su última modificación, la Ley incorporó medidas para reforzar los servicios sanitarios digitales, agilizar la gestión de los datos de los pacientes y mejorar la colaboración sanitaria transfronteriza. Estas actualizaciones se ajustan a las tendencias sanitarias modernas y garantizan que el sistema sanitario de Estonia siga siendo competitivo y eficiente.