Todo el mundo es vulnerable a la pérdida de la buena salud, pero los pobres son los más susceptibles a una serie de enfermedades y dolencias. El impacto es grande para quienes se ven afectados, por ejemplo, por la violencia de género y las catástrofes (de origen humano o natural), dos retos importantes en Papúa Nueva Guinea. El coste del acceso a los servicios sanitarios supone un obstáculo. El gobierno comenzó con el importante paso de adoptar un enfoque de atención sanitaria primaria gratuita en el punto de uso, y subvencionando una serie de importantes servicios.
Esta política se aplicó en toda la red sanitaria ambulatoria del país, incluidos los puestos de socorro, los Puestos de Salud comunitarios, los Centros de Salud, los Hospitales de Distrito y los hospitales públicos de referencia.