Arabia Saudí está llevando a cabo una importante transformación de su sistema sanitario como parte de su iniciativa Visión 2030, centrada en una revisión integral de la financiación de la asistencia sanitaria. El nuevo enfoque pasa de un modelo tradicional, en el que se compensa a los proveedores únicamente por tratar enfermedades, a un sistema basado en el valor que incentiva mantener sana a la población. Esta transformación pretende mejorar la sostenibilidad financiera alineando los incentivos económicos con los resultados de los pacientes, controlando así los costes, reduciendo la asistencia ineficaz y fomentando prácticas fiscales responsables.
Un elemento central de esta reforma es la creación del Centro Nacional del Seguro de Enfermedad (CNHI), que actuará como único comprador de servicios sanitarios. Utilizando amplios datos sobre la salud de la población, el CNHI se encargará de desarrollar mecanismos de financiación e incentivos financieros cruciales para el nuevo sistema. Se centrará en la analítica para impulsar la toma de decisiones relacionadas con las evaluaciones de las necesidades sanitarias, los cálculos presupuestarios y la supervisión del rendimiento.
Un elemento clave de la nueva estructura de financiación es la implantación de pagos capitativos ajustados al riesgo. Los proveedores de asistencia sanitaria se transformarán en organizaciones locales de asistencia responsable (ACO, por sus siglas en inglés) corporativizadas, que son propiedad del gobierno pero se gestionan como empresas privadas. Estas ACO recibirán un presupuesto fijo, ajustado en función de los riesgos sanitarios de sus poblaciones, promoviendo una asignación justa de los recursos y equilibrando al mismo tiempo los riesgos financieros tanto para los pagadores como para los proveedores. Este planteamiento no sólo fomenta la atención preventiva, sino que también mejora la eficiencia de la prestación sanitaria.
Las reformas abordarán diversos flujos financieros dentro del sistema, además de los pagos por capitación, garantizando que se gestionen eficazmente los servicios especializados de alto coste y las interacciones con los seguros privados. Para mitigar los riesgos financieros, se establecerá una red de seguridad de varios niveles en la que participarán la Health Holding Company (HHC), la CNHI y el Ministerio de Sanidad para supervisar y apoyar los procesos de financiación.
La implantación de este nuevo sistema se producirá en tres fases. La primera fase se centra en la recopilación y el análisis intensivos de datos, esenciales para una presupuestación precisa. La segunda fase consiste en la transición de las ACO a cálculos de capitación “en la sombra”, lo que permite introducir mejoras al tiempo que se minimiza la exposición financiera. Por último, en la tercera fase, las ACO asumirán la plena responsabilidad financiera de sus poblaciones designadas. Este enfoque gradual es fundamental para crear capacidad y adaptarse a los complejos cambios. En general, esta iniciativa ejemplifica cómo los mecanismos financieros pueden impulsar un cambio transformador en los sistemas sanitarios, abordando los retos que plantea el crecimiento y envejecimiento de la población en todo el mundo.