Jordania acoge a más de 650.000 refugiados sirios registrados y comparte el coste de la asistencia sanitaria que se pone a su disposición a través de los servicios públicos de salud del país. Para hacer frente a la presión financiera que esto supone para el erario público, en marzo de este año éste aumentó considerablemente el coste de los servicios sanitarios públicos para los refugiados sirios.
Aunque la decisión tiene sentido para un país que ya padece una elevada tasa de desempleo, infraestructuras frágiles y escasez de recursos naturales,
la magnitud del aumento pondrá incluso el tratamiento médico básico fuera del alcance de la mayoría de los sirios.
La financiación sostenida durante varios años para apoyar el sistema sanitario público de Jordania, con un acceso asequible de los refugiados a los servicios sanitarios públicos por parte de los principales actores del desarrollo, puede ser una posible solución en este caso.
Para saber más lea el artículo completo publicado originalmente en ACNUR
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