En Singapur, el coste más evidente de esta epidemia es el de proporcionar atención médica directa y servicios de salud pública, como pruebas de detección y cuidados en la UCI (unidad de cuidados intensivos) a los afectados.
Dado que las pérdidas indirectas e intangibles no son fáciles de medir, se puede argumentar que se subestimarán las pérdidas totales de las pandemias, pero incluso así, los costes directos que son más fáciles de calcular serán enormes, aunque influyan las respuestas de los sistemas afectados.
Un consuelo para Singapur es que su modelo público-privado de ahorro personal obligatorio -especialmente en materia de sanidad- y elevado ahorro nacional hace que el país esté más preparado que la mayoría para hacer frente a la pandemia. Esta ha sido la filosofía de la política de financiación de la sanidad, que ha pasado de un enfoque basado en los impuestos a un sistema público-privado diversificado, con ahorro individual obligatorio a través de Medisave.
Una de las claves de Covid-19 en lo que respecta a los mecanismos de financiación de la sanidad es reconocer que el Estado no puede desentenderse nunca de su papel fundamental de proteger la salud pública de su población.
Este es un extracto del artículo publicado originalmente en The Strait Times, periódico de tirada nacional. Haga clic aquí para obtener más información.
Créditos de las imágenes: Revcycle Intelligence
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