La referencia del G20 a la Agenda de Lusaka indica un creciente impulso mundial a favor de sistemas sanitarios integrados y dirigidos por los países, pero se necesitan urgentemente acciones e inversiones sostenidas, afirman Stine Håheim y Usman Mushtaq en Health Policy Watch.
Health Policy Watch informa de que la Declaración de los Líderes del G20 ha hecho referencia explícita, por primera vez, a la Agenda de Lusaka, un plan dirigido por los países para unos sistemas sanitarios integrados, resistentes y equitativos. Este reconocimiento representa un gran paso adelante para los países en desarrollo que abogan por una arquitectura sanitaria mundial más justa que refuerce la atención primaria de salud, impulse la financiación nacional y dé prioridad al liderazgo nacional.
Sin embargo, el artículo subraya que el reconocimiento político debe traducirse en acciones tangibles. A medida que disminuye la financiación de los donantes y las necesidades sanitarias se hacen cada vez más complejas, los países deben ir más allá de los enfoques fragmentados y específicos de cada enfermedad y trabajar colectivamente para construir sistemas que atiendan las necesidades reales de la población. Los ejemplos de
Los autores destacan el liderazgo compartido de Sudáfrica y Noruega a la hora de impulsar la cobertura sanitaria universal, el refuerzo de la producción local de productos médicos y una financiación sanitaria más inteligente y equitativa. Con el mundo entrando en una nueva era de preparación ante las pandemias y de reforma del sistema, el mensaje es claro: un progreso significativo exige voluntad política, una acción coordinada y un cambio de las declaraciones a los Objetivos de Lusaka que den prioridad a las poblaciones vulnerables.


